“Desde mi lado, han
habido cambios también [...] En algunos casos, esto ha significado volver atrás
para clarificar puntos que yo pensaba estaban claros pero que algunos lectores
habían malentendido. En otros casos, me he tomado a pecho los puntos críticos y
modificado consiguientemente mi esquema. Incluso en otros casos he ampliado mi
esquema con la esperanza de demostrar que puede tratar cuestiones que los críticos
no consideraban posible. En cada caso he encontrado que los intercambios
críticos son productivos y estimulantes. En los hechos, soy del tipo de
pensadora que trabaja dialógicamente en y a través de debates e intercambios. A
menudo, no sé qué pienso realmente sobre algo hasta que termino encontrando
otros que (según surge) piensan de modo diferente”.
Nancy Fraser, intelectual y
teórica feminista estadounidense (2004)
“El Banco Central que
necesitamos para hacer frente a la crisis no podía estar basado en un modelo
que fracasó. La reforma de la
Carta Orgánica permitió desplegar instrumentos concretos para
impulsar políticas contracíclicas en un momento de desaceleración. […] La fuga
de capitales es una tendencia estructural y cultural producto de las crisis
recurrentes de la
Argentina. Las expectativas son utilizadas para generar
profecías autocumplidas y lograr una devaluación. Por eso, Argentina decidió
que además de controlar los flujos de capitales que vienen de afuera, también
iba a controlar los propios. No recurrir a la apreciación del tipo de cambio
pone resistencia a la baja de los precios internos. La inflación importada
junto con la puja distributiva y la concentración de los sectores formadores de
precios son los principales factores que explican el alza de precios, a
diferencia de la explicación ortodoxa que pone el foco en la demanda, dejando
como única política antiinflacionaria el ajuste, nosotros enfocamos la
inflación como una cuestión de oferta”.
Mercedes Marcó del Pont, Presidenta del Banco Central, en el
congreso de AEDA, 17/08/12
“En el espacio político,
el veredicto fue pronunciado hace mucho. Fernando de la Rúa fue el peor presidente de
la restauración democrática, es un cadáver político. Una enumeración de los
motivos de esta justa condena podría prescindir de las coimas senatoriales. Lo
central de esos años fue la política económica antinacional, la abdicación ante
los poderes financieros, el recorte de jubilaciones y sueldos de estatales, la
nula política social, la carencia de cualquier iniciativa progresista o de
ampliación de derechos, la nefasta política de derechos humanos, el megacanje,
el blindaje, el déficit cero, el corralito, el estado de sitio, la masacre en
Plaza de Mayo... y siguen las firmas. Tremebundo legado, al que poco añadirá o
restará el pronunciamiento del Tribunal Oral. No se trata de subestimar la
corrupción ni de negarle efecto degradante. Aunque sí de colocarla en contexto
y ranquearla en el medallero de la
Alianza […] El autor de esta columna siempre les dio (les da)
crédito a las denuncias. Consideraría edificante y hasta justa una sentencia en
consonancia. Lo desea, si hay evidencias contundentes en un debido proceso.
Pero no le caben dudas de que los principales dilemas y desafíos de la Argentina no pasan por
Comodoro Py. Que la corrupción fue en esta historia (en casi todas, arriesga)
un síntoma de un sistema mucho más vasto y más complejo”.
Mario Wainfeld, “El escándalo y el sistema”, 15/08/12
“Mi ideología es que
tiene que haber un sistema educativo justo, que ese sistema amerita que se
premie e incentive a los docentes que trabajan mucho y muy bien, que son la
mayoría, y que aquellos casos aislados donde hay abusos reciban todo el peso de
la ley y se los sancione. La verdad que, cuando uno mira el maravilloso trabajo
que hace la mayoría de los docentes, no parece justo que a todos se los acuse
por igual […] No me gusta ver cuando se acusa a todos los docentes por una
minoría. El Estado es el encargado de controlar, la culpa no es de los
docentes, la culpa es del Estado que no ejerce los controles necesarios […] La
idea mía es que nosotros somos servidores públicos y que uno llega a un puesto
público no para hacer lo que se le dé la gana, sino para cumplir los principios
que están en la
Constitución provincial y en la ley de educación. Entre esos
principios, bajar la deserción, bajar la tasa de repitencia, la repitencia es
un síntoma, es como la fiebre, que dice que hay problemas en el aprendizaje”.
Silvina Gvirtz, ex ministra de educación de la prov. de
Buenos Aires, 13/08/12
“En la presidencia lo primero que aprendemos
es a gobernar. Cuando uno llega la presidencia de la república normalmente
antes estuvo muchos años en la oposición. Cuando iba a un debate o a una
reunión yo les decía a mis interlocutores: «me parece», «pienso», «creo». En el
gobierno uno no piensa que, a uno no le parece que, uno no cree que. O hace, o
no hace. Gobernar es una eterna toma de decisiones. Uno aprende a ser más
tolerante y a consolidar la práctica democrática. La convivencia política en la
adversidad es una enseñanza estupenda para quien crea en la democracia como un
valor supremo dentro del arte de hacer política. Y eso lo aprendemos
ejercitándolo todo el santo día. No creo que haya una universidad capaz de
enseñarle a alguien a hacer política, a tomar decisiones. Uno puede teorizar
pero entre la teoría y la práctica hay una enorme diferencia diaria.”
Luiz Inácio da Silva, Lula, Presidente de BrasIl, (03.10.2010).
“El marco
internacional depresivo en el que estamos viviendo es similar al que vivió
Keynes, con la diferencia que ahora los países ricos, los más afectados, no
parecen haber aprendido nada de experiencias pasadas (la de los ’30 que llevó a
una guerra mundial y la de los ’70) y la actual depresión va a seguir su curso
con más fuerza aun, al menos por un largo período. Sin embargo, esto implica
para las naciones emergentes una oportunidad, como las que tuvieron en las
crisis anteriores y no pudieron aprovechar […] profundizando el camino emprendido en
los últimos años, inverso al del otrora «Primer Mundo». Allí predominan
políticas de ajuste que, como en el caso de nuestra propia crisis de 2001-2002,
los pueblos no soportarán por mucho tiempo más. Eso será cuando el colchón de
los desgastados Estados de Bienestar termine de perder todo su relleno. En
nuestro caso no había ni siquiera ese colchón. En los últimos años el nuevo
rumbo en la política económica y social del gobierno argentino, con aciertos y
errores, fue generando transformaciones profundas que llegaron para quedarse,
pero que fuerzas internas y externas opuestas pueden frenar o deteriorar. La
idea es la de clarificar ciertas metas necesarias para una próxima etapa, sea o
no posible aplicarlas de inmediato. Para lo cual sería necesario adoptar como ejercicio
permanente una mirada económica de mediano y largo plazo y realizar estudios de
prospectiva incorporando a nuestras universidades e instituciones científicas y
tecnológicas al análisis y desarrollo de grandes proyectos nacionales.”
Mario Rapoport, economista
e historiador, “Los desafíos de los economistas” 8/08/12
"para darle
legitimidad a políticas de reparación, redistribución y cambios estructurales
hay que enarbolar una promesa, un «relato». Y ese relato es la clave tanto de
la transformación como de sus problemas. Porque a cada paso, la coherencia del
relato se hace más compleja: por qué recuperar YPF pero no gravar la renta
financiera, por qué aplicar retenciones a las exportaciones agrarias y no hacer
una profunda reforma impositiva de carácter progresivo, por qué recuperar el
Banco Central para el estado democrático y no avanzar en la plena
reestructuración de la actividad de las entidades financieras. Son porqués de
la política y no de las almas bellas que observan. Y como son de la política se
subordinan a la pregunta sobre el cómo: cómo hacer para mantener y reproducir
el poder político que fue necesario para llegar hasta acá y será más necesario
todavía para responder a esos porqués y a otros que, con todo derecho, puedan
formularse."
Edgardo Mocca, “Conflictos y
democracia”, 5/08/12