Fragmentos.
“En un país donde
unos pocos grupos económicos (nacionales y extranjeros) controlan segmentos
clave de la cadena de valor en la producción, acopio y distribución de bienes,
en el comercio interior y exterior y en las finanzas, el rol de estos grupos en
la formación de precios es decisivo. […] permite trasladar a los precios algo
tan inefable como las «expectativas» que estos grupos empresarios puedan tener
sobre sus ganancias y/o la «percepción» de «inseguridad» política/jurídica en
nuestro país. La «formación de precios» produce transferencias de ingresos de
los que tienen menos hacia los que tienen más e impulsa la fragmentación de la
sociedad en diversos conflictos sectoriales que reproducen el canibalismo
social. El «todos contra todos» y el «sálvese quien pueda» al ritmo del
bolsillo de cada uno reemplaza a la solidaridad social e impide la unidad
nacional. La inflación reproduce así la estructura de poder y crea condiciones
para erosionar la legitimidad institucional y política. El gobierno no ha
encontrado todavía una política adecuada para enfrentar este fenómeno. A la
lógica de la división y segmentación de intereses del mundo al revés hay que oponer
la lógica de la unidad y de la participación colectiva, impulsando
concretamente objetivos que nos conciernen a todos. Es, pues, imprescindible
crear canales institucionales que permitan la participación organizada de la
población –más allá del sector social al que pertenezca o de su signo político–
en la lucha contra la inflación, en la discusión de políticas y en el control
de gestión”.
Mónica Peralta Ramos, “El 8N, la
ofensiva de Moyano y el 7D”, 26/11/12
“En el Estado constitucional democrático existen también bienes
públicos, como la comunicación política no distorsionada, que no pueden
ajustarse a las expectativas de rentabilidad de los inversores financieros. La
necesidad de información que tienen los ciudadanos del Estado no puede
satisfacerse con los bocaditos culturales, listos para ser consumidos, que
ofrecen de forma generalizada las televisiones privadas”
Jürgen Habermas (teórico alemán): “Tras la
bancarrota. Una entrevista”, 6.11.2008.
“Si hay un aspecto en el que la Unión Europea y las instituciones de posguerra que la precedieron fue exitosa fue en garantizar una paz duradera. Ese logro tiene la forma concreta de millones de europeos que tuvieron y siguen teniendo la larga vida que se les negó a los que murieron en las trincheras de las dos guerras del siglo XX, que incendiaron buena parte del planeta. La reconciliación franco-alemana fue una apuesta que tenía todas las probabilidades en contra. Se hizo realidad por el empuje de hombres de Estado empeñados en la hasta entonces utópica idea kantiana de la paz perpetua y de pueblos enteros, con sus movimientos obreros en el centro, que se negaron a reincidir en los nacionalismos asesinos que las burguesías habían atizado como parte de su afirmación como clase en los estados nacionales más vigorosos […] Sin embargo, se han alzado algunas voces escépticas y hasta sarcásticas poniendo en cuestión lo adecuado de la misma […] Es bueno que persista la demanda de una paz universal basada en la justicia y es comprensible que se espere de la UE una contribución a ese objetivo que no quede atrapada en el atlantismo […] Pero sería necio ignorar las catástrofes que su construcción evitó”.
Gabriel Puricelli, presidente del
Laboratorio de Políticas Públicas, 13/10/12
“Está buenísimo que
desde joven uno empiece a pensar en la política. Es muy importante la
participación de la juventud. Me hubiese gustado poder votar a esa edad,
hubiese votado a Perón, porque era de la Juventud Peronista
y el peronismo me instaló en el corazón el fuego, la llama, la pasión por la
militancia política, aunque vengo de una familia de raíz absolutamente
antiperonista […] Esta ley es muy importante y va a hacer desaparecer esa
indiferencia que se instaló después de la dictadura y de los primeros años
posdictadura. El modelo menemista, el neoliberalismo, hizo pensar que la
política no sirve. Ahora tenemos un país que cambió mucho, con mucho dolor.
Pero hoy tenemos un montón de ideas y conceptos nuevos”.
Teresa Parodi, Cantante, 4/11/12
“Con la consolidación de las empresas de comunicación y la
fragmentación de los mercados de las empresas mediáticas, muchos ciudadanos
están expuestos sólo a los argumentos que ellos eligen. El discurso cívico fue
superado por la retórica de confrontación. Las únicas instituciones políticas
de los Estados Unidos, alguna vez envidiables, se han vuelto cada vez más
disfuncionales. Las instituciones políticas de todo tipo están desprestigiadas:
el Congreso, la presidencia, los partidos, los medios e, incluso, los
tribunales […] La concentración del ingreso se intensificó mucho. El uno por
ciento de los asalariados de Estados Unidos en 1980 obtenía el diez por ciento
del ingreso nacional, mientras que en 2007, ese uno por ciento aumentó su
participación hasta el treinta por ciento […] La calidad de la educación
primaria y secundaria disminuyó en comparación con otras naciones industriales.
[…] En relación con otros países importantes, Estados Unidos está
incuestionablemente en declive. Ninguno de los candidatos a la presidencia
estuvo dispuesto a hablarles cándidamente a los norteamericanos sobre este
asunto, pero el ganador de la elección tendrá que afrontarlo”.
Abraham F. Lowenthal, Profesor emérito de la Universidad del Sur de
California e investigador principal del Instituto Brookings, 13/11/12
“Néstor Kirchner fue un patriota, un político valiente que se
atrevió a hacer lo que algunos presidentes constitucionales no se animaron. Por
eso, cuando hace dos años lo sorprendió la muerte, el pueblo argentino se
terminó de sacudir la modorra del «no te metás» –impuesta por la dictadura
militar primero y reforzada más tarde por el neoliberalismo salvaje de los años
90-, para comprometerse aún más con el modelo de país que él había propuesto
construir. […] El –y hoy Cristina- fue quien supo leer las demandas sociales y
articular con instituciones y organismos que
venían trabajando en ellas en pos de la construcción de nuevos derechos.
Supo dialogar, generar puentes, confiar, apostar y exigir. Es decir, construir
colectivamente, a través de la militancia”.
Estela de
Carlotto, Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, 27/10/12
“Un discurso anticlase media puede ser negador de la movilidad
social. La clase media es un resultado social, comprende una narrativa familiar
de movilidades ascendentes. Y, algo más complejo, su demonización suele hacerse
desde sectores de esa misma clase. Peleas de vecinos. Progres versus
reaccionarios […] Somos el país con más tradición de clase media del sur. Y si
el peronismo –en versión romántica– es el hecho maldito del país burgués (como
decía Cooke) también ahora, de un modo más real y con un peronismo de estricta
raigambre pragmática, la clase media es el hecho maldito del país peronista. A
su vez, es una clase media que tiene proporciones peronistas, frepasistas,
católicas, radicales, laicas, consumistas, antipolíticas y así. Crisol de
razas, cuya pertenencia corporativa más aproximada se dedujo en el consumo de
ofertas del Grupo Clarín. Un consorcio líquido”.
Martín Rodríguez,
“El hecho maldito”, Periodista, 21/09/12
“El espacio público
propio de las sociedades auténticamente democráticas no debe ser culturalmente
homogéneo, nadie debe estar excluido del debate y de la deliberación común por
motivo de que sus creencias, valores o costumbres contradigan o cuestionen la
nuestras. Pero ello no conduce a una parálisis del juicio moral. Por el
contrario la inclusión del culturalmente otro en el sentido del debate público
es precisamente para ejercer la crítica reflexiva mutua”.
Juan
Enrique Vega, intelectual chileno, “Diversidad, igualdad y exclusión:
multiculturalismo y democracia: promesas y problemas”, trabajo para el PNUD de
Bolivia, 2003
Red Mujeres con
Cristina
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