Desde mi primer día como diputada
presenté un proyecto de interrupción voluntaria del embarazo, son mis
convicciones. No sólo tengo al peronismo en mi mapa de genoma humano: soy
peronista y feminista. En ese sentido tengo diferencias con la Presidenta,
ahora eso no me aleja de este proyecto político. Hoy me toca un lugar distinto,
de conducción, donde más de la mitad de mi bloque no está de acuerdo. Y cuando
hay que conducir la totalidad se está en un lugar diferente y mi función es
albergar la posición de todo el bloque. No voy a cambiar lo que pienso, ojalá
la Cámara de Diputados algún día salde la deuda que, yo creo, tiene con la
sociedad. Me gustaría ser parte de esa discusión y votar.
Juliana Ditullio, flamante
jefa del bloque del FPV en la Càmara de Diputados, 1/6/13
Nunca antes nos habíamos insertado en
el conocimiento del hombre de a pie. Hoy mi vecina sabe qué es “Justicia
legítima”. Pero también lo veo en la gente que asiste a nuestras reuniones.
Gente de la facultad, de otros gremios y gente común a la que le da curiosidad.
Dentro del Poder Judicial siempre hubo diferencias. Las viví desde pinche.
Todavía hay una jueza de mi fuero que exige que los empleados se pongan de pie
cuando ella entra. Hoy hay una apertura que está dada por el desarrollo de la
militancia, de la mano del Poder Ejecutivo, impensable diez años atrás. Además,
los juicios de lesa humanidad no sólo sirvieron para que nunca más ocurran los
crímenes dictatoriales, sino para valorizar la actividad de los militantes y
organismos de derechos humanos. Antes, los del Poder Judicial hablábamos de
ropa y de las próximas vacaciones, pero no se hablaba de política. Hoy es tema
ineludible en cualquier reunión. Nunca estuve afiliada a ningún partido. Mi
final de adolescencia y juventud transcurrieron en la dictadura. Provengo de la
escuela y la universidad pública, y mi marido, que es hijo de un desaparecido,
también.
María Laura Garrigós de Rébori,
jueza, titular de Justicia legítima, 2/06/13
La economía del kirchnerismo no es un modelo. Es un proyecto
político con objetivos económicos, que es bastante distinto de la definición de
modelo o de relato, porque va lanzando iniciativas y definiendo medidas frente
a urgencias con el horizonte de cumplirlos. Esas metas derivan en estrategias
adaptativas para alcanzarlas, según las condiciones internas y externas que se
vayan presentando. Para los críticos, se trata de una sucesión de
improvisaciones, minimizando así la esencia de lo que significa un proyecto
político y la existencia de disputas de actores […] el kirchnerismo ha mostrado
en más de una ocasión que recurre a diversos instrumentos de política económica
para dar respuesta a cuestiones inmediatas, que luego se van integrando como
parte de la construcción de su proyecto político. A veces con éxito y otras con
fallidos por torpeza en la enunciación y posterior gestión. Esta secuencia de
permanente intervención en el espacio económico es el elemento distintivo, de
ruptura con el saber convencional, puesto que la economía ha quedado
subordinada a la política […] La reiterada sentencia acerca del “agotamiento
del modelo” expresada por voceros de la ortodoxia y de cierta intelectualidad
progresista confunde deseos con realidad. Cumplidos hoy diez años de estar
analizando el desempeño de una gestión de gobierno, todavía no alcanzan a
descubrir la lógica de funcionamiento de la economía kirchnerista, que no es
estática como si fuera un modelo ni pretende tener aspiraciones de llegar a un
ilusorio equilibrio ortodoxo. El kirchnerismo construye con rupturas y
tensiones su proyecto político con objetivos económicos. Esta es la marca de
nacimiento de esta década.
Alfredo
Zaiat, “Marca de nacimiento”, periodista 25/05/13
En el último año hemos visto cómo el gobierno ha ido perdiendo
una clave de la construcción de hegemonía. Y cómo han emergido otros actores
que buscarán que ese déficit se pague lo más caro posible. Si la política fuera
simplemente la implementación del propio ideario una vez que ha sido elegido
para gobernar, sería un juego de niños. Pero si existe el tiempo, la
construcción de alianzas, la “muñeca política” y muchos otros detalles es
porque la construcción de hegemonía nunca se clausura. Es siempre un fenómeno
abierto, nunca se arriba a una situación definitiva. Podés ganar las elecciones
por el 70 por ciento, pero mantener un nivel alto de apoyo implica habilidad
política a lo largo de un proceso complejo, cambiante, repleto de imponderables.
No se puede gobernar sólo con convicciones, con voluntad ni con compromiso
ideológico. Se gobierna construyendo espacios de sustentación que, por más
grande que sea el apoyo logrado, busquen trascenderlo. Incluso si al intentar
amplificarlo sólo se lograra preservarlo. El diálogo o las búsquedas de
consensos no son actos que se declaran porque suenan bonito. Son necesarios
porque en su completa ausencia hay una renuncia a la disputa por ampliar las
propias bases, por ampliar la frontera de personas y grupos que se pueden
interpelar. El desprecio hacia el diálogo y la negociación es desprecio hacia
la política como tal. Siempre el riesgo es instalación de una lógica ajena a la
política, que crea que se construye poder vociferando sobre los adversarios cuando
se construye poder con éxitos reales de gestión y con acuerdos políticos que
amplíen (o preserven) los apoyos.
Alejandro Grimson,
¿Gobernar sin construir hegemonía?, antropólogo, 23/04/13
Como toda situación extrema, el
temporal puso en evidencia estas fallas y otras de la política, pero también
produjo una gran movilización solidaria durante y después del temporal, lo que
muestra lo mejor de la política. Que no está representada solamente por los
voluntarios que en estos momentos colaboran en los centros de ayuda, sino
también en el hombre o la mujer que salieron a darles una mano a sus vecinos
cuando la inundación empezaba a mostrarse amenazante. O los chicos que desde el
principio salieron a timbrear para juntar ropa seca y alimentos. Cada uno de ellos,
a su manera, hizo política, lo mejor de la política, la que surge de la
conciencia de que la suerte y la felicidad de cada uno están enlazadas con las
de la comunidad, con la noción de que nadie puede estar tranquilo, en forma
individual, en medio de la desgracia ajena. Más aún, muchas de esas personas,
que fueron de las primeras en reaccionar en forma solidaria, son militantes de
movimientos sociales, militancia barrial de base que ya tiene ese reflejo y no
necesita la bajada orgánica. La ayuda organizada llegó al día siguiente, pero
ese primer reflejo solidario es quizás el aporte más valioso en calidad humana.
Y proviene de un sector de la militancia juvenil que ha sido demonizada por la
línea editorial de los grandes medios.
Luis
Bruschtein, “El temporal” 6/04/13
Hay varios puntos para analizar. Por
un lado, está la corriente de los economistas del “nuevo desarrollismo”, que
dicen que con devaluar se solucionan los problemas de empleo y crecen las
exportaciones. Son los “optimistas de las elasticidades”, porque piensan que
con precios relativos se soluciona todo. Pero eso no es así: Brasil no sabe
hacer químicos como Alemania y no vamos a aprender con un tipo de cambio alto.
Los precios no hacen milagros, por algo existe una escuela llamada estructuralismo,
que apunta al rol de la inversión pública. Otros economistas dicen que el
problema es que casi toda la inversión es financiada por el BNDES [Banco
Nacional de Desarrollo Económico Social]. En Brasil está la idea de que un
capitalismo dinámico debería ser privado, incluso entre los economistas de
izquierda, y ni hablar entre los empresarios. Es un extraño consenso que dice
que no se precisa mucho del Estado. Por otro lado, se habla de un supuesto
“pleno empleo” en Brasil, algo muy discutible en un país con condiciones
laborales tan precarias. Hay un sector de la clase media brasileña que está
cada vez más molesta, indignada. Una columnista de O Globo se preguntó recientemente: “¿Cuál es la gracia de ir a
París si me puedo llegar a encontrar a mi portero allá? Eso es malestar de
clase, y contribuye al consenso de que el crecimiento de Brasil no debe ser
radical. Hay muchos economistas, sin embargo, que están comenzando a pedir
estímulos directos.
Franklin Serrano,
economista de la Universidad de Río de Janeiro, 6/04/13
Red Mujeres con Cristina
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Juliana Ditullio, flamante
jefa del bloque del FPV en la Càmara de Diputados, 1/6/13
Juliana Ditullio, flamante
jefa del bloque del FPV en la Càmara de Diputados, 1/6/13
Nunca antes nos habíamos insertado en el conocimiento del hombre de a pie. Hoy mi vecina sabe qué es “Justicia legítima”. Pero también lo veo en la gente que asiste a nuestras reuniones. Gente de la facultad, de otros gremios y gente común a la que le da curiosidad. Dentro del Poder Judicial siempre hubo diferencias. Las viví desde pinche. Todavía hay una jueza de mi fuero que exige que los empleados se pongan de pie cuando ella entra. Hoy hay una apertura que está dada por el desarrollo de la militancia, de la mano del Poder Ejecutivo, impensable diez años atrás. Además, los juicios de lesa humanidad no sólo sirvieron para que nunca más ocurran los crímenes dictatoriales, sino para valorizar la actividad de los militantes y organismos de derechos humanos. Antes, los del Poder Judicial hablábamos de ropa y de las próximas vacaciones, pero no se hablaba de política. Hoy es tema ineludible en cualquier reunión. Nunca estuve afiliada a ningún partido. Mi final de adolescencia y juventud transcurrieron en la dictadura. Provengo de la escuela y la universidad pública, y mi marido, que es hijo de un desaparecido, también.
2 comentarios:
El temporal
El escenario extremo del temporal, mostró la solidaridad, en gran medida expresada por la militancia de los jóvenes, esa franja etária difícil de domesticar y por eso demonizada por los medios monopólicos y las derechas fascistas que esta vez, no pudieron ejercer el control ideológico ni la administración de sus cuerpos que salieron activos a enfrentarse con el dolor de la tragedia y pusieron en marcha mecanismos de solidaridad organizada.
¿Por qué tanta sospecha con la juventud? ¿Tantos controles, recomendaciones, sermones, estigmatizaciones? ¿A qué le tienen miedo de la juventud? ¿Tendrán miedo de que cambien la historia?
hay una juventud que no pretende màs que igualdad de posibilidades. Una jòven abogada me decìa en el viaje que compartimos hacia Baires para el 25 de Mayo...."yo pude estudiar, con esfuerzo pero lo pude hacer. Y es mi deseo que todo aquellos que quieran estudiar puedan hacerlo. Por eso estoy militando." La Patria es el otro para estos jòvenes. De la otra vereda los complacientes lanateros riendose de las burlas a la Presidenta......cosa que los mismos que critican a los jòvenes, en este caso aplauden a estos bobongos sometidos.
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