Fragmentos.
Cuando uno lee la
historia y ve que desde Buenos Aires le rechazaron los delegados a la Banda Oriental y
por eso hoy no somos una sola nación, como tantas otras cosas que nos pasaron,
nos dividieron y nos separaron, uno entiende que tenemos que recorrer el camino
inverso hacia adentro y hacia fuera; hacia adentro los argentinos reclamando y
construyendo la unidad nacional, que no significa estar de acuerdo en todo, que
no significa estar de acuerdo con todos. Porque lo importante es estar de
acuerdo en las cosas fundamentales: en la inclusión social, en la soberanía y
en la construcción de la autonomía, en la decisión de nuestros gobernantes;
saber que quien está en la
Casa Rosada decide en nombre del pueblo y en nombre de las
ideas y de los programas por los cuales lo votaron; saber que cuando uno es
legislador, senador o diputado, acompaña un proyecto de país y no es
simplemente un rejunte de gente para ganar una elección. La elección es un día,
pero gobernar se gobierna los 365 días del año. Y necesitamos hombres y mujeres
en nuestras cámaras que comprendan las dificultades de un mundo cada vez más
complejo y por qué no decirlo también, cada vez más hostil.
Cristina Fernández, en la Celebración del
Bicentenario de Paraná, 25/06/13
Lo cómico deja
siempre un sentimiento de fragilidad humana, de crítica a la precariedad del
mundo y de reconciliación con los defectos más tremendos […] Reímos para hacer
saber que la vida es también sus fallas abismales y contiene nuestra opinión
sobre la ridiculez de los otros, que con la carcajada irreprimible hacemos
saber que comprendemos, antes que juzgar y castigar. […] La risa es un
instrumento superior de conocimiento. Nosotros mismos somos los risibles que
con la risa intentamos preservarnos. La imitación que en estos momentos se está
realizando, en un programa de televisión, de la Presidenta de la República creo que no
forma parte de la gran tradición de la risa y de la comicidad que toda sociedad
democrática reserva a sus políticos. Más allá de si está hecho o no con arte,
[…] la impresión que causa es la de un profundo ultraje. […] el humor político,
que es un utensilio sarcástico de la democracia —-como lo demuestra la revista
francesa Le Canard Enchaîné– tiene un desvío que suele ocurrir en épocas de
duras luchas y tensiones, porque se lo convierte en un instrumento de
demolición del ser político, hecho en sí mismo de rajaduras e incertezas. El
humor democrático revela, no profundiza la falla. Es generoso, no avieso.
Cuando lo cómico (que es de alguna manera el grado extremo de lo ficcional)
intenta convertirse en un reemplazo completo de la realidad, el mundo político
ya aparece juzgado en medio de una grave transfiguración de espacios. Lo que
mueve a risa en un campo (la risa que nos permite una mejor conciencia de
nosotros mismos y del mundo) aparece como un envío injuriante si se lo pone en
el espacio de un supuesto “hablar serio”.
Horacio
González, “Imitación y arte cómico”, sociólogo, Director de la Biblioteca Nacional,
8/06/13
1. La inclusión de
mujeres en la Corte
Suprema de Justicia. […] 2.
Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva. 3. Ley Integral para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la
Violencia Contra las Mujeres. 4. Ley de Trata de Personas […] 5. La Asignación Universal
por Hijo, que puso en las mujeres la titularidad del cobro. […] 6. La moratoria
previsional, el 75 por ciento mujeres. […]
8. La Ley que
crea un régimen especial para trabajadoras de casas particulares, […] 10. Las
leyes de matrimonio igualitario y de identidad de género […] En tiempos de
balances, queremos darle una vuelta más a esta pregunta que sobrevuela respecto
de la relación entre este proyecto político que cumple diez años y la agenda de
género. Aquí es donde debemos preguntarnos por el estado de situación más
general de las relaciones de género. Cómo estamos las mujeres, dónde estamos,
cómo podemos evaluar la ecuación de las brechas de desigualdad de género. Allí
es el punto que requiere distinguir entre un discurso feminista y una práctica
política que efectivamente intervenga de manera favorable para transformar las
relaciones históricas de poder asimétrico entre varones y mujeres. Una cuestión
es tener un discurso feminista y otra bien distinta es lograr contribuir en
verdad a producir los cambios que esta conciencia, convicción y posicionamiento
ideológico supone. Desde esta perspectiva, y a pesar de escuchar más veces de
las que nos gustaría decir a la presidenta que ella no es feminista, el
kirchnerismo, y Cristina en particular, son referentes de la mejora concreta de
la vida de las mujeres y sobre todo de los cambios culturales que generan
oportunidades y mejores perspectivas para las generaciones futuras.
Estela
Díaz, “década con y para las mujeres”, Secretaría de Género, CTA, 8/06/13
Al día siguiente del
acto en Córdoba, el discurso de la presidenta en Rosario evocó el Manifiesto
para superponer la reforma universitaria y la reforma de la Justicia: lo que se
hallaba sepulto o dormido cobra vida otra vez por pura urgencia del presente.
La voluntad reformista de 1918 conecta con la voluntad reformista de 2013 por
mediación de un texto que irrumpe, casi cien años después de haber sido
redactado, con su carga de novedad y con su aliento más vertiginoso. Este
“hallazgo” de la reforma universitaria llega por un camino inverso al que
transitara el propio Deodoro quien, conducido al hallazgo de la cuestión social
a partir del fracaso de la revuelta universitaria, en plena contrarreforma de
los años ’30, escribía: “No hay reforma universitaria sin reforma social”. La
recuperación de la referencia reformista en la actual coyuntura política la
sacude del sesgo conservador por el que se hallaba investida (...) es
decir la saca de su confinamiento en el bronce, la libera de la pura anécdota y
la convoca como inspiración para nuestras propias reformas, las que resulta
necesario librar ahora. No sólo encontramos en esa recuperación plenamente
política las condiciones para una confluencia de la tradición reformista y la
tradición de la universidad popular promovida en el primer peronismo, también
para una potenciación mutua entre los conceptos de autonomía y nación, entre la
libertad de pensamiento y el compromiso con los dramas sociales, de los que la
universidad no puede desentenderse si aspira a la calidad"
Diego Tatian, Actualidad de un Manifiesto, 25/6/2013
Frente a las nuevas tecnologías no somos ni apocalípticos ni
integrados (...) hemos tomado la decisión en America Latina de dejar de ser
excluidos. Frente al desgaste de las visiones tradicionales de la política, nos
parece que son formas alternativas que procuran una democracia participativa,
son escenarios acústicos de dialogo.
Silvia Vera Viteli- Alianza País- Ecuador, en
el Enredo Internacional de Montevideo 21/6/2013
Desde posiciones
teóricas cercanas al socialismo europeo actual, se argumenta que el compromiso
del liberalismo con las libertades negativas le hace presente sus
contradicciones con la democracia. La estabilidad democrática demanda que el
Estado favorezca la participación cívica, lo cual contradice la neutralidad de
las instituciones y, por otro lado, toda decisión colectiva del tipo requerido
por la existencia de la comunidad política puede terminar cuestionando las
libertades individuales. O a la inversa, el énfasis en los derechos
individuales, porque descansa en el individuo y no en la ciudadanía, termina
minando el compromiso de la comunidad política con ellos. En suma, el
liberalismo ofrece respuestas incompatibles con la democracia. Más aun, como no
se cansan de repetir los teóricos de la acción comunicativa, no hay una
comprensión adecuada de la moderna condición del juicio político si no se
entiende que la existencia de la libertad individual está en la base de la
existencia de la comunidad democrática y viceversa. Ambas son cooriginarias y
se presuponen.
Eduardo
Rojas, Los murmullos y silencios de la
calle, investigador y docente de la UNSAM, 2008
Red Mujeres con Cristina
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Cristina II
1 comentario:
LOS MURMULLOS Y SILENCIOS DE LA CALLE ...
Las democracias tienen urgencias vitales, entre otras, devolverle la política a los ciudadanos; primero, porque son sus legítimos dueños y luego, porque de esta manera estarían recuperando la confianza en el buen funcionamiento del Estado. La regeneración democrática no es sino que las instituciones políticas funcionen y cumplan su obligación constitucional.
En este sentido, el liberalismo tiene respuestas incongruentes, inadecuadas, inoportunas porque no alcanza a comprender que las libertades individuales sin comunidad democrática, no existen.
Pueden ser ambas libertades cooriginarias o presuponerse como dice Rojas, pero recuperando a Bajtin, no pueden ejercitarse las libertades individuales si no hay reconocimiento de los otros, de la comunidad. Los otros, en el sentido de la alteridad, nos devuelven, de algún modo, lo que nosotros mismos no podemos ver en nosotros mismos. Y viceversa.
Sin duda, las libertades negativas y su estrecha vinculación con el liberalismo entran en colisión con la democracia.
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