aqui estamos!

aqui estamos!

"NADIE PUEDE SER FELIZ SIN PARTICIPAR EN LA FELICIDAD PÚBLICA, NADIE PUEDE SER LIBRE SIN LA EXPERIENCIA DE LA LIBERTAD PÚBLICA, Y NADIE, FINALMENTE, PUEDE SER FELIZ O LIBRE SIN IMPLICARSE Y FORMAR PARTE DEL PODER POLÍTICO"

HANNA ARENDT

"LO IMPORTANTE ES QUE PODAMOS DISCUTIR, RAZONAR Y ENTONCES, NO HACER SOLAMENTE EJERCICIO POLITICO DE OPOSICIÓN, SINO ESCENCIALMENTE TRABAJAR POR LOS INTERESES DE NUESTROS REPRESENTADOS"

CRISTINA FERNANDEZ

miércoles, 30 de julio de 2008

LA DERROTA CULTURAL

opinión
Por Alejandra Rodriguez

Luego de mirar retrospectivamente con dolor y desazón estos cuatros meses en los que transcurrió parte del conflicto denominado en forma maniquea por los medios masivos de comunicación como Campo vs. Gobierno, nos cabe asumir la derrota. Hemos perdido. Se perdió. Lo tenemos que poder decir (asumir) no solo como una suerte de expresión catártica sino como condición necesaria para re pensarnos de ahora en más.

Al pensar la derrota a modo de fhasback es posible ver distintas imágenes y momentos, que dan cuenta de cual ha sido su sentido más profundo: Cobos en el nombre de sus ideales y hablando desde el corazón traiciona el proyecto político colectivo que en el marco de la Concertación Plural lo llevó a ser el Vicepresidente de todos los argentino por medio del voto popular; el multitudinario acto en el Monumento a los españoles como expresión de la voluntad de la “gente bien” (embanderada de pequeño chacarero) que no quiere compartir ni repartir; los infinitos informes mediáticos que los oligopolicos medios de comunicación se encargaron de machacar tanto a tal punto de ser/parecer la voz de la verdad objetiva del asunto; el oportunismo miserable y desestabilizador de la oposición; la lamentable izquierda argentina (el MST, el PO, El MIJ) acompañando y siendo funcional una vez más en la historia a los intereses más concentrados de la economía. Por último, fue posible palpar y escuchar la derrota (como una risa que susurra aire triunfante) en la alegría del vecino, del kiosquero, del compañero de oficina, del colega, de algunos intelectuales y trabajadores.

Esta muy hábil Nueva Derecha ganó el sentido común de la sociedad civil, nosotros lo perdimos. Esa es la derrota que debe interpelarnos, de la cual debemos aprender y sobre la cual tenemos el desafío y el compromiso de construir. El gesto destituyente ha sido fagocitado por los sectores concentrados de poder económico y político pero fundamentalmente ha sido apoyado y avalado por gran parte de los sectores medios despolitizados. Y esa es la derrota más importante. La que más duele. La derrota cultural.

Esta Nueva Derecha, disfrazada con tienes democráticos y solidaridades ficticias, no golpeó al gobierno por sus errores, lo hizo por sus aciertos, lo hizo porque no soportó la decisión de que la distribución de la riqueza dejara de ser una mera enunciación para transformarse en un eje político clave en la gestión del Gobierno Nacional. No soportó los avances logrados en política de Derechos Humanos. No soportó el apoyo a Chavez y Evo Morales y la firme decisión de que nos integremos en un proyecto político latinoamericano y regional en pos de conformar la Patria Grande. No soportó que la sociedad haya recuperado el sentido de la política como herramienta de transformación social. Fundamentalmente no soportó el avance de los sectores populares organizados y la construcción del Proyecto Nacional en marcha en la Argentina.

Estamos ante un oportunidad histórica, lo que ha quedado claro luego de tantos disfraces, cambios de vestuario y de discursos (que por cierto hasta suenan democráticos) es que el enemigo histórico es el mismo son los dueños de la tierra y con este conflicto se levantó su lápida.

¿Que hay de nosotros en Ellos, en los que ganaron, en los que festejan? Encontrar parte de esa respuesta es empezar a ver de nuevo, ver donde no vimos, ver nuestros puntos ciegos, revisar posiciones, formas, modos y lógicas de hacer y entender la política. Tenemos que ser capaces de enamorar a otros de este Proyecto de País que soñamos y por el que estamos dispuestos a luchar. Debemos recuperar consenso allí donde perdimos consenso, acompañar al gobierno democrático y popular en el camino elegido, esto implica exigir, criticar para mejorar, pero fundamentalmente comprometernos como sujetos políticos en la construcción cotidiana del país que soñamos.

Por más democracia a la democracia, por más política a la política, por una real redistribución de la riqueza, por el fortalecimiento del Estado en la vida política y económica de los argentinos. A construir. ¡Ahora más que nunca!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ale, lei tus aportes, me parecen muy buenos, coincido, es importante en este momento reflexionar en esto, pensar,revisar y ver no hay que desalentarse sino ver como se reconstruye.

Anónimo dijo...

es cierto, ¿q perdimos ? la coyuntura del campo, es eso: solo una coyuntura q da cuenta, q refleja una realidad complicada q es, como bien marca Ale, la derrota cultural que venimos atravezando, Se nos impone la tarea de pensar como dar batalla ahi


discusión política nodo Rosario