aqui estamos!

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"NADIE PUEDE SER FELIZ SIN PARTICIPAR EN LA FELICIDAD PÚBLICA, NADIE PUEDE SER LIBRE SIN LA EXPERIENCIA DE LA LIBERTAD PÚBLICA, Y NADIE, FINALMENTE, PUEDE SER FELIZ O LIBRE SIN IMPLICARSE Y FORMAR PARTE DEL PODER POLÍTICO"

HANNA ARENDT

"LO IMPORTANTE ES QUE PODAMOS DISCUTIR, RAZONAR Y ENTONCES, NO HACER SOLAMENTE EJERCICIO POLITICO DE OPOSICIÓN, SINO ESCENCIALMENTE TRABAJAR POR LOS INTERESES DE NUESTROS REPRESENTADOS"

CRISTINA FERNANDEZ

jueves, 16 de mayo de 2013

Para pensar, debatir, comprender

Fragmentos.

             
Yo no tengo una militancia partidaria, ni experiencia en la militancia política. Ni siquiera tengo incorporados los códigos y lenguajes propios del dirigente político. Pero no creo que eso sea imprescindible siempre que uno esté convencido, como lo estoy. Estamos viviendo una época de transformaciones muy importantes, en donde todos debiéramos sumar nuestra voz y nuestro aporte. Creo que efectivamente éste es un proyecto nacional y popular, está bien esa denominación. Es nacional porque está asentado en la recuperación de nuestras propias energías. En recuperar lo que ha sido destruido y fortalecer las energías democráticas. Y es popular porque tiene asiento en los sectores que, en nuestras democracias liberales, han estado marginados, olvidados, fuera de las decisiones y de los beneficios de las decisiones de los poderes democráticos. En definitiva, me siento políticamente muy cómoda con lo que está ocurriendo, y casi obligada a aportar algo en las discusiones o decisiones. En el espacio en que uno esté, para profundizar y mejorar lo que ya está.
         Carolina Scotto, ex rectora de la Universidad Nacional de Córdoba, 8/04/13

En Mujeres en la industria textil, de la fábrica al taller clandestino, María Inés Fernández y Lilian Legnazzi destejen la trama del trabajo textil en la Argentina desde fines del siglo XlX hasta comienzos del XXl. “El menemismo significó la muerte de la pequeña industria, el gran cáncer –dijo una de las trabajadoras textiles entrevistadas en el libro-. Creo que es importante que los jóvenes sepan que esto empieza desde mediados de los 60, que hay una secuencia de destrucción del país. Fuimos líderes en muchas ramas de la industria y fuimos retrocediendo como quien entra en un tobogán y no puede parar la caída”. Entre 1975 y 1985, según registran las autoras, el empleo industrial se redujo a un ritmo de lo 2% anual, el salario real descendió fuertemente así como la lucha sindical, crecieron las actividades cuentapropistas y gran porcentaje de lo personal calificado emigró al exterior […] Pero no todo es derrota: Fernández y Legnazzi señalan que la pauperización laboral también abrió la puerta a la organización de las mujeres para pelear por sus derechos: “Los cambios operados en las últimas décadas respeto de lo que las mujeres esperan de sí mismas y de lo que el mundo espera de ellas las convierte, como grupo, en una fuerza política destacada como nunca antes lo había sido”. 
          Inés Hayes, especialista en estudios de género, 2/2/13 

A diferencia de cierta tecnofobia errática y desangelada, no hablamos de tecnología, hablamos de capital social. Entre otras cosas, porque lo que llamábamos ciberespacio ya no es una alternativa a lo real, sino lo real mismo que devino crucial para conectarse, comunicarse y movilizarse. La masificación de las TIC se convirtió en un "recurso global compartido" alrededor del cual se está configurando un "nosotros" que funciona como espacio de subjetivación y, por lo tanto, de resignificación del lenguaje, la percepción y los comportamientos. Un "nosotros" que "no habla por todos sino para todos" y que está dando lugar a una ética de la responsabilidad que consiste en "hacernos cargo en común de lo común", implicando lo particular-local en lo común-global, como cuando alguien decide clasificar los residuos de su hogar o cuidar el uso del agua potable. Es decir, estamos ante un corrimiento de lo dado (que nos concebía como individuos racionalizadores de nuestro destino personal, pero no del destino común) y el surgimiento de un nuevo estatuto colectivo que -en sintonía con la tradición humanista- concibe al cuidado de sí como cuidado de todos en sociedad, y viceversa."
Fernando Peirone, investigador de la UNSAM, 24/04/2013.

[Hay que abrir] la posibilidad de pensarnos desde la construcción y la perspectiva de un proyecto que, en sus acciones, es cada vez más inclusivo. Ahora bien, a la acción hay que ponerla en palabras y a las palabras hay que incorporarle “sentidos”. Esto es seguramente la tarea más compleja, pero también la más apasionante, porque ningún lenguaje, ni siquiera el de las imágenes, puede competir con ellas. Cuando la palabra es pública genera opinión política, de allí la responsabilidad de los comunicadores de cuidar la palabra, en el sentido de reconocer las implicancias que éstas tienen en la vida de la gente. En el programa 678 se diluyó el sentido de las palabras. Los panelistas no estuvieron a la altura de las circunstancias, existió desigualdad en la circulación del mensaje. Dieron la impresión del “todos contra uno” y eso no es bueno, no aporta. Tampoco es para escandalizarnos por ello, pero sí para reflexionar críticamente de la manera que queremos transmitir la construcción de un proyecto, sobre todo los que tienen responsabilidad comunicacional, porque la distancia entre la palabra pública y la opinión política es misteriosamente imperceptible.
         Rosi Muñoz, Nodo Mendoza de la Red Mujeres con Cristina, 9/05/13

Nos pasa con frecuencia que regalamos innecesariamente algunas palabras. Para decirlo de otra manera: aceptamos demasiado rápido que el significado de algunas palabras solo puede ser el que impone su uso hegemónico en cada momento. Y tanto la tradición liberal como la tradición republicana aluden a un conjunto de conceptos que son mucho más ricos que los que solemos identificar hoy con esas palabras. El liberalismo no consiste solamente –y tal vez no consista en absoluto– en el desprecio por las mayorías ni en la arrogancia de las elites. El liberalismo tiene que ver con otras cosas: con el respeto a ciertos derechos fundamentales, con la no persecución de la disidencia política, con garantizar la libertad de expresión de todo el mundo. Y aunque no es habitual presentar al gobierno que hoy tenemos como un gobierno liberal, a mí, francamente, no se me ocurren muchos ejemplos de actitudes más liberales en el ejercicio del poder político que dos o tres actitudes que tuvo este gobierno en los últimos años. Decirle a la policía: señores, ustedes me mantienen el orden, pero van desarmados. Eso es notable, y no lo había hecho antes ninguno de los gobiernos de los partidos que hoy le reprochan al kirchnerismo no ser suficientemente liberal: lo hizo el kirchnerismo, y es algo que corresponde ubicar en la gran tradición liberal, no en la populista, ni siquiera en la democrática.”
Eduardo Rinesi, Rector de la Universidad de General Sarmiento, Revista Cabal, junio 2012

Es verdad, Mujica no podría caerle mal a nadie: un tipo con esa filosofía de vida y a la vez con mucho intelecto, ¿cómo no quererlo? Pero el asunto no es nomás que Mujica es un granjero loco, renegado y filósofo que se las sabe todas, sino que es presidente de un país y tiene que hacer política. (...) Yo digo que Mujica, desde hace tiempo, es la coartada perfecta de las ideas conservadoras (...) Demás está decir que el "mujiquismo" es coartada del antikirchnerismo, es usado como eso. Y no por la izquierda anti K, sino por la derecha, la centroderecha (...) ¿Cuál es la misión de un presidente: usar zapatos rotos y ropa sin planchar (por mí todo bien con eso), o hacer un sistema más vivible para todos y no para unos pocos? ¿Usar la misma heladera desde hace cincuenta años y fundamentar así una inapelable filosofía contra el consumismo, o enfrentarse a ciertos poderes para producir cambios necesarios en el rumbo de un país? ¿Cuál es la misión del gobernante, ya no del vecino Pepe Mujica? Y Mujica es una coartada perfecta del anticambio porque tiene un pasado de lucha indudable. ¿Ven?, Mujica no divide al país, no genera choques, no "crispa" a nadie, no usa joyas ni ropas de marca. No hace lío. Mujica es presidente y es pobre. Uruguay está en paz. Esa es la visión (...) pero Montevideo tiene una pobreza que asusta y que la van reteniendo en algunos barrios. La inclusión social, la desocupación, la justicia, los derechos de las mayorías son temas muy pendientes (…) Como símbolo, vergonzante por cierto, es que la impunidad de los crímenes de la represión está, aún hoy, intacta
Carta de lectores 7/4/2013, Tandil Diario, La coartada de Mujica por Gustavo Primucci

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2 comentarios:

Rosi, Nodo Mendoza dijo...

LA COARTADA DE MUJICA
¿cuál es la misión de un presidente? ¿ser pobre?¿no hacer bulla? ¿vivir en la "austeridad" para que otros, más pobres que él, se resignen a la pobreza? ¿ser pobre, mientras los paraísos fiscales disfrutan en su país de los bienes de otros? ¿y los temas pendientes?¿la impunidad genocida? Mujica encontró, en su apariencia chabacana y bonachona el argumento perfecto de inculpabilidad para hacerle el juego a la derecha conservadora. Mientras tanto, los poderosos se ríen y disfrutan de la pobreza del extupamaro.

Rosi Mendoza dijo...

A propósito del fragmento de Carolina Scotto

Lo bueno de este nuevo tiempo, es que despertó en los sujetos que nunca se vieron involucrados en la participación política partidaria o en la militancia, el impulso de aportar desde los ámbitos de incumbencia más próximos, a robustecer las energías democráticas.
Se va comprendiendo paulatinamente la idea de proyecto colectivo, y una/o, se siente incluido en ese proyecto, más aún, se siente parte de un proceso de transformación, entonces, esa inclusión, ese “ser parte de”, te moviliza a asumir compromisos que van, desde nutrirse de elemental información acerca de las cosas que suceden hasta, contribuir con ideas, acciones, comportamientos sociales que dan cuenta de la adhesión al proyecto nacional y popular.
Creo además, que una de las grandes genialidades de Néstor y Cristina, fue pensar más allá de las estructuras convencionales de la política. Abrir el juego. Esto, además de ampliar la adhesión al proyecto, generó desestabilización en las estructuras partidarias, hegemónicas y monolíticas al interior de su propia organización.
La gente está revisando esto de la “bajada de línea”, el “punterismo”, “patoterismo”, los “cuadros políticos”, que no sólo constituyen palabras en el imaginario de los partidos, sino que llevan consigo una fuerte carga simbólica que inmovilizó durante tanto tiempo y generó una suerte de “obediencia debida” sin que mediara reflexión alguna.
En síntesis, son buenos tiempos los que arrancan. Tenemos una gran tarea por delante.


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