aqui estamos!

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"NADIE PUEDE SER FELIZ SIN PARTICIPAR EN LA FELICIDAD PÚBLICA, NADIE PUEDE SER LIBRE SIN LA EXPERIENCIA DE LA LIBERTAD PÚBLICA, Y NADIE, FINALMENTE, PUEDE SER FELIZ O LIBRE SIN IMPLICARSE Y FORMAR PARTE DEL PODER POLÍTICO"

HANNA ARENDT

"LO IMPORTANTE ES QUE PODAMOS DISCUTIR, RAZONAR Y ENTONCES, NO HACER SOLAMENTE EJERCICIO POLITICO DE OPOSICIÓN, SINO ESCENCIALMENTE TRABAJAR POR LOS INTERESES DE NUESTROS REPRESENTADOS"

CRISTINA FERNANDEZ

lunes, 15 de febrero de 2016

Para pensar, debatir, comprender

Fragmentos.

Nunca entendí el capitalismo que me decía que tenía que ajustar y sacarle cosas a la gente para que la gente viva mejor, la verdad no lo entiendo. Yo no puedo entender que alguien tenga que renunciar a derechos básicos para poder vivir mejor, no creo en esa sociedad porque en términos de tiempo es una sociedad que no tiene sustentabilidad política, y lo que nosotros necesitamos como gobernantes y ustedes necesitan como empresarios es sustentabilidad, que la gente esté dispuesta a vivir en ese modelo y en esa cosa que le proponen. Porque cuando la gente no está dispuesta no está dispuesta a vivir en ese modelo que le proponen y en esa sociedad que ven injusta, ve que tiene que pagar él y el otro que se llevó un montón de plata no pone nada y todavía dar sermones, la gente se pone nerviosa y pueden pasar cosas que no queremos que pasen.
Cristina Fernández, presidenta de los argentinos 2007-2015, ante empresarios, en Barcelona, 19/05/10

A su favor la nueva derecha argentina que hoy gobierna el país cuenta con el “período de gracia” que le sigue otorgando buena parte de la ciudadanía a toda gestión que se inicia y que incluye también parte de quienes no votaron al macrismo. También opera a favor de los nuevos habitantes del Poder Ejecutivo el hecho de que los equipos de gestión tienen un perfil que desde hace mucho no se conocía en la Argentina: son en su mayoría ejecutivos de empresas trasladados a la gestión pública (…) Nada de lo hecho hasta el momento –sobre todo aquello que intenta revertir en el mínimo tiempo lo que el Frente para la Victoria construyó durante tres gestiones presidenciales– podría haberse hecho sin dos actores fundamentales: la Justicia (o parte de ella, para ser más justo) cómplice, silenciosa o distraída, y la connivencia informativa de los grandes conglomerados mediáticos (…) Son tantas las anormalidades concretadas en menos de un mes de gestión, los atropellos cometidos en nombre de la “revolución de la alegría” y del “diálogo entre los argentinos”, que no alcanzarían muchas páginas para resumirlos (…) Del otro lado, lo que hasta el 10 de diciembre fue el oficialismo se debate en su propia crisis. Muchos, dirigentes y militantes aún “no tomaron debida nota” de la derrota. No la asimilan ni política ni prácticamente. Políticamente no son capaces de ponerse en el lugar de la oposición y comenzar a actuar como tal. Se habían acostumbrado tanto al poder que no se reconocen ellos mismos en su nuevo lugar. Pero en lo cotidiano también es difícil asumir que ya no se tienen ni las facilidades, ni los atributos, ni las mieles del poder. Ahora todo es más difícil: espacios, recursos y hasta quienes antes les rendían pleitesía hoy probablemente ni siquiera les atienden los teléfonos.
Washington Uranga, “Escenarios, espacios, actores”, 6/01/16

Fue desesperante. Llamo y me entero que estaba cesanteada. Entonces me presento en persona para aclarar que no soy ninguna ñoqui, que trabajé durante un año en mi área, que estaban registrados todos mis ingresos con mi huella digital, y detallo mis tareas cotidianas. Y me contestan que es algo más general, que viene de arriba, que eran decisiones que estaba tomando el gobierno. Desde el cambio de gobierno ya vivíamos con la incertidumbre de cuál iba a ser la política de las nuevas autoridades en relación a los juicios de lesa humanidad y con respecto a nuestros puestos de trabajo (…) Antes del despido, aparecía gente, aparentemente de la nueva gestión, dando vueltas por la oficina. Miraban todo, nos miraban. No se presentaban ni decían nada. Nosotros les decíamos “te puedo ayudar en algo?”. Y nos respondían “No, estoy mirando, estoy mirando”. Sumado a lo que leíamos en los diarios de los despidos indiscriminados, vivimos con mucha paranoia durante muchos días. Mi trabajo era apasionante. Estaba feliz. Me sentía comprometida y movilizada por la causa de los derechos humanos y la pelea para que se termine la impunidad.
Juliana Cabrera, “No soy ninguna ñoqui”, socióloga despedida sin aviso, Ministerio de Justicia, 17/01/26

Con sentido común, qué es la famosa “racionalidad”. Las autoridades democráticas pueden hacer muchas cosas. Pueden elegir hacer unas cosas y no hacer otras. Esto se llama política. Pero lo que no pueden hacer es justamente “hacer cualquier cosa” y menos invocar necesidades que no existen. ¿Qué urgencia más que la de Clarín hay en desarticular la ley de medios y los organismos creados por ella? Yo no lo sé. ¿Qué necesidad y urgencia pública hay en hacer eso? ¿Me puede alguien decir qué urgencia pública hay en pasar la interceptación de comunicaciones telefónicas de la Procuración a la Corte Suprema? ¿Acaso no se están realizando correctamente como lo solicitan los jueces? ¿Ha habido denuncias de jueces porque la Procuración no intervino los teléfonos solicitados? ¿Se escapan los delincuentes porque el servicio no funciona? Es claro que no hay urgencia, al punto que la propia Corte resolvió postergar todo hasta febrero. Entonces, ¿no podía discutirlo el Congreso en marzo si la Corte no lo hace efectivo hasta febrero? El sentido común es el que señala cuándo algo es racional aunque no me guste. Y cuándo no lo es, aunque me guste. La necesidad y la urgencia no se inventan: deben responder a realidades. No se pueden invocar cuando alguien tiene ganas de hacer lo que le gusta. Si con el mismo criterio se manejarán en el futuro, me temo que puedan invocar la urgencia a los efectos de aplicar el artículo 23 de la Constitución.
E. Raúl Zaffaroni, ex juez de la Corte Suprema, 10/01/16

Con una innovadora mirada hacia los tratados internacionales y la jurisprudencia interna que vuelve a desarticular la idea de la guerra entre dos bandos, la Secretaría de Derechos Humanos de Nación comenzó su primer día de alegatos en el juicio por los crímenes de la Escuela de Mecánica de la Armada. Destinada a responder en primer término a los defensores particulares de los militares que en el debate aún corren a testimoniantes y a sobrevivientes con estos argumentos, el alegato dialogó a la vez con los nuevos tiempos del afuera de la sala. Recordó, en este nuevo contexto, “el firme compromiso que el gobierno nacional ha asumido en estos procesos” y cómo se encuentra obligado a avanzar en el juzgamiento de los crímenes de Estado frente organismos internacionales, por compromisos asumidos para “cumplir con el debido proceso y la tutela de las víctimas y sus familiares”. “La enorme mayoría de las víctimas no cayeron en combate ni en enfrentamientos –de los cuales la enorme mayoría se comprobó que eran fraguados–: fueron secuestrados mientras estaban en su casa, durmiendo, mientras iban por la calle o estaban en el trabajo. Fueron secuestrados, torturados y asesinados en condiciones de indefensión y aquí radica la diferencia del caso argentino”, señaló la abogada Lucía Gómez Fernández de la secretaría.
Alejandra Dandan, “Un alegato para desbaratar el discurso de los represores”, periodista describiendo una intervención de la actual Secretaría de DDHH, 5/02/16

Sturzenegger fue designado para reemplazar a Vanoli, quien presentó su renuncia esta última semana. Para tratar de minar su permanencia, Cambiemos se había dado en las últimas semanas una política de asedio y denuncia, de la cual Prat-Gay admitió en las últimas horas haber sido el impulsor. Le cuestionaron las operaciones del banco en el mercado de dólar futuro, por las cuales le aseguraba a quienes contrataran la operación un valor del dólar de 10,50 a 11 pesos para dentro de seis a nueve meses. Si el dólar llegara a esa fecha a un valor mayor, el Banco Central debía compensar la diferencia en pesos (…) Este viernes, Sturzenegger enfrentó a los banqueros señalando que la autoridad monetaria no iba a reconocer el costo de dichas operaciones, considerando que habían especulado con una ganancia segura sobre las arcas públicas, dado que la devaluación estaba cantada. La respuesta le elevó el tono a la confrontación. Los banqueros, no tan heridos en su orgullo como en sus bolsillos, ya que la operación involucraría un costo de unos 70 mil millones de pesos, reaccionaron advirtiendo que lo que estaba proponiendo Sturzenegger suponía llevar al BCRA a un default técnico sin precedentes, por incumplimiento de un contrato que era absolutamente legal. Y que semejante medida, incluso si se redujera al pedido de una quita sobre el valor que le correspondería cobrar a los contratistas de la operación de dólar futuro, tendría como respuesta un retiro de la colaboración de los bancos con el gobierno. Esto incluye condicionar el prometido crédito externo por cinco a siete mil millones de dólares: la llave para acceder a la devaluación.
Raúl Dellatorre, “las promesas y el “colchón”, Periodista, 13/12/15

Hannah Arendt decía que la política sólo es posible “donde palabra y acto no se han separado, donde las palabras no están vacías y los hechos no son brutales, donde las palabras no se emplean para velar intenciones sino para descubrir realidades, y los actos no se usan para violar y destruir sino para establecer relaciones y crear nuevas realidades”. Cuando las palabras no están vacías las podemos usar para comunicarnos y discutir. Entonces ellas pueden servir para unir voluntades a través del discurso. Pero cuando quedan vacías, cuando ellas sólo cumplen la función de velar intenciones, entonces deja de haber comunicación, y el discurso es una pantalla para la manipulación y en general para la imposición de la presión puramente fáctica. Eso es lo que hoy está pasando en materia educacional. Más allá de sus dichos, la derecha se opone a una reforma cuya finalidad es aumentar la igual libertad y ciudadanía de todos. Se trata de que la educación que cada uno reciba no esté atada a la cuna, al dinero que la familia pueda pagar, sea mucho o poco. Eso resulta inaceptable para la derecha y, por consiguiente, se opone. Pero lo hace vaciando las palabras, usándolas como instrumentos de manipulación (…) No hay nada en la reforma educacional hoy en discusión que justifique decir que conforme a ella “el Estado decide por ti”. Nada. Esto no quiere decir, por supuesto, que no pueda haber argumentos para oponerse a la reforma (aunque yo todavía no los he escuchado). Lo que quiere decir es que, oponerse a ella diciendo que se trata de optar entre que las familias elijan y que el Estado elija por ellas, es mostrar desprecio por las palabras. 
Fernando Atria, intelectual socialista chileno, “El debate en educación: cuando las palabras quedan vacías”, 25/07/2014. 

Sea cual sea la postura que uno adopte frente a la cuestión de si es el hombre o el mundo lo que está en juego en la crisis actual, una cosa es segura: la respuesta que sitúa al hombre en el punto central de la preocupación presente y cree deber cambiarlo para poner remedio es profundamente apolítica; pues el punto central de la política es siempre la preocupación por el mundo y no por el hombre.
Hannah Arendt, ¿Qué es la política?, ed. 1997

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