aqui estamos!

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"NADIE PUEDE SER FELIZ SIN PARTICIPAR EN LA FELICIDAD PÚBLICA, NADIE PUEDE SER LIBRE SIN LA EXPERIENCIA DE LA LIBERTAD PÚBLICA, Y NADIE, FINALMENTE, PUEDE SER FELIZ O LIBRE SIN IMPLICARSE Y FORMAR PARTE DEL PODER POLÍTICO"

HANNA ARENDT

"LO IMPORTANTE ES QUE PODAMOS DISCUTIR, RAZONAR Y ENTONCES, NO HACER SOLAMENTE EJERCICIO POLITICO DE OPOSICIÓN, SINO ESCENCIALMENTE TRABAJAR POR LOS INTERESES DE NUESTROS REPRESENTADOS"

CRISTINA FERNANDEZ

lunes, 2 de abril de 2012

30 años de Malvinas


“¿Puede narrarse una guerra como si el terrorismo de Estado que la desencadenó no hubiera sucedido? ¿Qué consecuencias tuvo éste en las formas en las que los argentinos nos relacionamos con el pasado? La historia nacional contada en clave épico-patriótica (como la aprendimos en la escuela y aún se enseña, como funge como sentido común) no alcanza con su paleta a plasmar la complejidad de matices que un hecho histórico como la guerra de 1982 significa. Revisar críticamente las experiencias de la guerra exige una maestría en los claroscuros que aún no podemos exhibir. Sin embargo, la pintura de ese cuadro es una tarea crucial.
Señalamos que los dos elementos fundacionales de la restauración democrática son la masacre política y la derrota en la guerra. Si, con avances y retrocesos, la sociedad argentina ha sostenido desde el final de la dictadura una política de juzgamiento y condena de los responsables de la primera (política iniciada en la lucha de los organismos de derechos humanos, institucionalizada en el Juicio a las Juntas, momentáneamente frenada por los indultos menemistas, recuperada en su impulso desde 2003), es notorio, al presente, el desnivel en la profundización en la lucha por la memoria, la verdad y la justicia entre ese campo y las memorias de la guerra de 1982. Hemos “naturalizado” que esa tríada corresponde al campo de los derechos humanos. Olvidamos que en 1988 hubo juicios a los responsables de la Guerra de Malvinas, y que los indultos de Carlos Menem beneficiaron no sólo a represores, sino también a condenados por su responsabilidad en la guerra. Que en algunos casos los indultados fueran culpables en ambas instancias constituye la esencia del drama de Malvinas.
Es necesario estar alertas. Desde 2003 se ha abierto una posibilidad de (re)discutir el pasado. Dirimir institucionalmente las contradicciones en torno al conflicto significaría la producción de un nuevo “relato” sobre la guerra de 1982. Lo menos costoso políticamente es tolerar la convivencia de los opuestos, unidos como siameses por “Malvinas”, la víscera sensible de la cultura política argentina. Definirse en uno u otro sentido de esta contradicción remite a distintas imaginaciones de país y comunidad, es decir, a una definición, a un conflicto. “

Federico Lorenz, Historiador, autor de “Las guerras por Malvinas”, Marzo de 2012

6 comentarios:

Somos una RED de mujeres en todo el país dijo...

Es interesante el fragmento y creo que lo podemos relacionar con el de Simone Weil de la semana pasada. Necesitamos abrir el debete sobre Malvinas y poder reflexionar juntos sobre las contradicciones vividas y traer los claroscuros a las conversaciones. La plaza de mayo llena vivando a Galtieri es un ejemplo de aquello de lo que tenemos que hablar. Coincido en que hemos dado pasos decisivos en la instalación de otros relatos y que sobre Malvinas necesitamos profundizar la mirada hacia el pasado reciente asumiendo un reclamo legítimo de soberania en el marco de una democracia fortalecida.

Pia, de Neuquén dijo...

Mi hijo de 20 años nos pregunta: y por qué queremos que las Malvinas sean argentinas?
Su pregunta casi nos enoja, pero comenzamos hablar con el y nos damos cuenta que de eso no se habla en la sociedad. Es una pregunta tan simple y tan compleja a la vez. En principio creo que no tenemos derecho a dejar de reclamarlas, pues muchos compatriotas dieron la vida en esa guerra infame, pero tambien me parece que debemos abrir la discusion, una discusión que no naturalice las cosas ni cierre las preguntas. Como se viene diciendo quizás los 30 años de Malvinas nos permiten abordar el tema desde otros sentidos, repreguntandonos y exigiéndonos renovadas respuestas

Carmen, de Córdoba dijo...

Hoy es muy distinto, reinó tanto silecio durante 30 años, hoy podemos decir que además del acto central en Tierra del Fuego, donde va a hablar nuestra presidenta, se realizan numerosas actividades en todo el país comenmorando a los caídos y ex combatientes de Malvinas. Gracias a la Memoria Verdad y Justicia es que logramos esto después de tanto tiempo. No podemos dejar de ejercer, exigir, y trabajar en conjunto para que no "se olvide"

Ana, RMcC, nodo central dijo...

Que gran aporte a la verdad fue dar a conocer el informe Rattenbach, este informe es un derecho a la información que nuestra presidenta ayudó a que todxs los argentinoxs podemos conocer y de esta forma enterarnos de la verdad.Hace tres décadas, la dictadura silenció este informe porque condenaba a la cúpula militar por su accionar genocida, era este un material muy peligroso para ellos, con muchas denuncias que los comprometía. Los medios de comunicación de la época eran triunfalista sobre la guerra y ocultaban la verdadera historia, tuvieron que pasar treinta años para que esto comience a salir a la luz.

Rosi McC nodoMendoza dijo...

En la historia reciente de la Argentina, Malvinas es uno de los temas que requiere de un profundo análisis e historización. Demanda advertir una serie de tensiones atravesadas por la violencia, la represión, la invisibilidad deliberada, incluso, las negaciones.
Entre las tensiones aparecen temas controversiales como la identidad nacional y latinoamericana, los años previos a la dictadura militar, la propia dictadura, la guerra movilizante de la sociedad argentina silenciada y las frustraciones de un resultado “que no fue” y nos lo presentaron como posible.
Hoy, pensar Malvinas desde la Memoria, la Verdad, la Justicia implica repasar posibilidades diplomáticas que tengan como horizonte el diálogo y la adhesión a la paz como principio fundamental. También requiere un debate profundo sobre la soberanía.
El informe Rattenbach abre una bisagra de análisis.
También habrá que pensar de qué manera revitalizamos Malvinas desde las instituciones educativas, desde los medios de comunicación, desde el relato político.

Liliana, Nodo MDP dijo...

Hay que definirse, saber que el aparato represivo con la complicidad de los medios de siempre, orquestaron un guerra tremenda usando siempre a los más débiles. Si reconocemos la verdad nuestras mentes funcionan con más claridad. Respeto, por los desaparecidos, los muertos, heridos en Malvinas.


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