Fragmentos.
Les pido a todos los miembros del Consejo
de la Magistratura, a propios y extraños, que pongan lo mejor de sí para que
ese Consejo de la Magistratura funcione en todo sentido: en designación de
jueces, de fiscales y también en que los jueces que no funcionan bien, no
pueden estar in eternum, con acusaciones que traban. No se puede tener una
actitud corporativa. Es difícil sustraerse a las actitudes corporativas. A
todos nos pasa: a mí me ha pasado también sentada en el lugar de ustedes. Es
innato a cada ser humano la defensa de lo propio, por aquello de hoy por ti,
mañana por mí. Es natural. Yo no me rasgo las vestiduras ni me hago la
perfectita porque no lo soy. Pero ponerle un poco más de onda digo, para que
ande la cosa mejor. Porque además tienen muy buen presupuesto, porque ganan los
mejores sueldos, porque siguen sin pagar ganancias y porque, bueno, necesitamos
una mejor Justicia.
Cristina
Fernández, Apertura el 132 Período de Sesiones Ordinarias del Congreso
Nacional, 1/03/14
Siempre fue más difícil
en Brasil. En mi país, la dictadura duró veinte años, pero durante esos veinte
años fue diferente. En un primer momento acabó con los movimientos obreros,
después vino el ’68, nosotros hicimos la lucha armada, luego vino la represión.
Y la amnistía fue dada por los militares a nosotros, pero también a los
torturadores que nunca fueron juzgados. La amnistía fue una especie de
“conciliación” en ese momento, en el ’79, cuando todavía estaban los militares
en el poder. Todo pasó muy lentamente y hubo mucha conciliación en todo eso.
Durante todo el gobierno de Lula hubo algunos caminos importantes como la
Comisión de Derechos Humanos, pero no se hizo nada en la sociedad, en el
sentido de hacer una política nacional de reparación. En el gobierno de Dilma
tuvimos algo muy importante que fue la Comisión de la Verdad. Otra cosa muy
importante fue que por primera vez en cincuenta años se prohibió a los
militares hacer la conmemoración del golpe. Hasta este año, los militares
hacían una conmemoración en los cuarteles. Y asimismo fue una situación difícil
porque hubo manifestaciones. Fue la primera vez. Así que imagínese qué difícil
es la relación con las Fuerzas Armadas en Brasil. Para saber lo que pasó
tenemos que investigar a los militares, saber lo que saben. Es una investigación
difícil que tiene una confrontación con las Fuerzas Armadas que no quieren.
Lucía Murat, Directora de cine brasileña, 27/11/13
Casi ninguna de las figuras del rock argentino fue molestada por
el terrorismo de Estado. Los que se exiliaron fueron minoría, como León Gieco y
Lito Nebbia. A los militares no les interesaba el rock. Parece raro, pero fue
así. Lo dejaron de costado porque pensaban: «estos pibes están locos, no son
peligrosos». Nosotros hacíamos conciertos, no éramos subterráneos: notificábamos
nuestras actividades por correo. Una vez vino a vernos la hija del escritor
norteamericano Grey Marcus, que estaba buscando información desde EEUU sobre
MIA y el Expreso Imaginario para una tesis. Vino con el preconcepto de que
éramos clandestinos. Nos encontramos con ella y con Pistochi en el bar La
Academia, y Pistochi le dijo: «Mirá, no éramos clandestinos, el Expreso se
vendía en los kioscos». La chica resistía: «Ustedes no me están diciendo la
verdad», decía.
Dondi Vitale, fundador de Músicos
Independientes Argentinos (MIA) durante la dictadura, fue trotskista,
anarquista, kirchnerista, padre de Liliana y Lito Vitale, muerto en 2012.
Alude a una socialdemocracia tecnocrática que afirmaba que
España era el país de Europa en que se podía generar más dinero en menos
tiempo. No es de extrañar que Chirbes sea como tantos en la actualidad, un gran
crítico de la transición, denunciando la gran hipocresía de muchos de sus
protagonistas. Es difícil, no obstante, seguir al escritor en todos sus planteamientos sobre un proceso
que ha dejado muchas asignaturas pendientes, muy en especial, los excesos de
corrupción (…) pero que sigue ofreciendo conquistas indiscutibles como una
transición pacífica [de la dictadura franquista] a la democracia, que logra convocar
a todas las partes o como la propia revalorización del espíritu empresarial,
como uno de los motores elementales de la economía, y que vuelve ahora, como
consecuencia de la crisis, a estar asociado a explotación, egoísmo y
despilfarro.
Pablo Barrios Almazor,
intelectual y diplomático español, hablando del escritor Rafael Chirbes,
febrero de 2014.
La política energética kirchnerista
atravesó varias etapas. La primera, la del tránsito del Infierno al Purgatorio,
estuvo signada por la idea de mejorar cuanto antes el patrimonio de las
mayorías populares. Los gobiernos democráticos no consiguen sustentabilidad
imponiendo sacrificios brutales que complacen a minorías empresarias o
políticas. Se suele apodar “populistas” a los gobiernos que procuran legitimidad
satisfaciendo necesidades de los trabajadores, lo que tiene como contrapartida
votos y nuevos reclamos. En los primeros años los congelamientos de tarifas y
los subsidios contribuyeron a ese objetivo de política económica, ideológico en
la mejor acepción del término. Con el tiempo, las variables se desacomodaron y
no es posible volver a los equilibrios primigenios. Es forzoso cambiar los
instrumentos para conservar, a grandes trazos, los objetivos. Otro desafío
mayúsculo para los dos últimos años del mandato de la presidenta Cristina
Fernández de Kirchner.
Mario Wainfeld,
“Las crónicas de verano”, 22/12/13
En cambio, la propia
tarea, la propia misión- la propia dignidad, digámoslo así- de la política
radica en su capacidad para conseguir que la vida social y que los mismos
protagonistas de los conflictos que necesariamente la atraviesan no se vean
destruidos por esos conflictos, que quienes encarnan las distintas posiciones
que confrontan en la arena de las luchas que estructuran toda sociedad puedan
"ponerse de acuerdo" (todo lo precaria y provisoriamente que sea,
como sabemos bien, y como con toda razón insisten en subrayar las versiones más
actuales de la teoría gramsciana de la hegemonía) y permitir de esa manera que
la vida social pueda continuar.
Eduardo Rinesi, Muñecas rusas, tres lecciones sobre la república,
el pueblo y la necesaria falla de todas las cosas, 2013.
Desde la radio y la
televisión se puede discriminar, pero también se puede incluir. La radio y la
tevé no son entelequias, son medios de comunicación, construidos por
comunicadores, con intereses políticos, económicos e ideológicos concretos. Es
hora de que la radio y la tevé contribuyan al desarrollo sociocultural de la
Argentina, que promuevan la igualdad entre hombres y mujeres, y que eviten la
discriminación por todo motivo, incluido el género.
Cinthya Ottaviano, Defensora del Público, 2/12/13
Red Mujeres con
Cristina
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