aqui estamos!

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"NADIE PUEDE SER FELIZ SIN PARTICIPAR EN LA FELICIDAD PÚBLICA, NADIE PUEDE SER LIBRE SIN LA EXPERIENCIA DE LA LIBERTAD PÚBLICA, Y NADIE, FINALMENTE, PUEDE SER FELIZ O LIBRE SIN IMPLICARSE Y FORMAR PARTE DEL PODER POLÍTICO"

HANNA ARENDT

"LO IMPORTANTE ES QUE PODAMOS DISCUTIR, RAZONAR Y ENTONCES, NO HACER SOLAMENTE EJERCICIO POLITICO DE OPOSICIÓN, SINO ESCENCIALMENTE TRABAJAR POR LOS INTERESES DE NUESTROS REPRESENTADOS"

CRISTINA FERNANDEZ

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Para pensar, debatir, comprender

Fragmentos.

“El sentido común imperante suele responder a la pregunta sobre qué les pasa a las mujeres que no acceden a espacios de significación público-político responsabilizándolas por su falta de interés o bien señalando que no tienen la suficiente capacidad para acceder a ello. Esta aproximación se inscribe en la tradición liberal en la que es el individuo libre y autónomo quien por mérito accede a los espacios que se plantean como de interés propio. Prescinde, sin embrago, de un elemento fundamental cual es la desigual relación de poder que se articula a partir del género, y por tanto del conjunto de dispositivos psíquicos, culturales, políticos y económicos que entran en juego cuando las mujeres tienen interés por acceder a dichos espacios”.
Lorena Frías, “Mujeres y democracia”, ¿paridad o ley de cuotas?, Fundación Chile 21

“Adela Cortina, filósofa española, es una de las personalidades internacionales que más ha reflexionado contemporáneamente sobre la política, la ética y la democracia. En un reportaje sostuvo que “el principio de la democracia debería ser el protagonismo de los ciudadanos” para agregar de inmediato que “los ciudadanos tienen que darse cuenta de que la democracia es el gobierno del pueblo y que los políticos tienen que ser unos coordinadores de las sugerencias, los proyectos y las ilusiones de la sociedad”. La manifestación popular generada a partir del triste episodio de la muerte de Néstor Kirchner fue leída como la revelación de la existencia de vivencia política que, aparentemente, habría estado encubierta pero latente, especialmente entre los jóvenes. El hecho emocional del fallecimiento de Kirchner, según esta hipótesis, permitió la emergencia de estas ansias de participación y de protagonismo ciudadano. […] permitió también que afloraran cuestiones que no aparecían a primera vista. […] Es muy probable que, atados a la idea de que el desprecio por la política es parte constitutiva de las nuevas generaciones, quienes hacen análisis hayan quedado atrapados en una imagen vieja y caduca”.
Washington Uranga, “Procesos Políticos”, 28/11/10

“El juicio reflexionante es un ejercicio de mentalidad ampliada difícil porque lleva la situación particular a una norma general, un juzgar sin criterios preestablecidos que requiere antes capacidades de diferenciar que de ordenar o subsumir. Toma en cuenta las acciones e ideas dispares de los implicados, elabora la evaluación política sobre la base de su adecuación o inadecuación a la situación en que actúan con otros y convoca a los demás a contribuir en la correspondiente toma de decisión. Ocurre así que el juicio reflexionante parece la forma específica de juicio para la política democrática: los seres humanos pueden actuar en tanto seres políticos porque pueden situarse en los potenciales puntos de vista de los otros; pueden compartir el mundo con los otros al juzgar aquello que tienen en común, y el objeto de sus juicios, en cualidad de seres políticos, son las palabras y las acciones que iluminan el espacio de aparición de todos frente a todos. Puesto que imagina e interpreta anticipadamente lo que piensan otros, puede criticarse esta forma de elaboración política que opera con proyecciones hipotéticas o críticas al interlocutor porque no piensa lo que dice que piensa. Arendt insiste con razón, sin embargo, que el pensar político no es un ejercicio teórico solitario ni aislado sino una comunicación, búsqueda de acuerdo para la acción”.
Eduardo Rojas, “Los murmullos y silencios de la calle”, febrero 2008

“La red es deliberadamente política del siglo XXl; es la puesta en acto de pensamientos que se van arborizando y enlazando en una trama virtual, en la que se pone en juego un pensamiento plural, democrático y “con todos”. Lazos discursivos que sólo acontecen porque acontecen con otros, a partir de pensamientos que se escriben, se leen y circulan en un permanente diálogo constructivo. Escucha y palabras que fluyen, que van y vienen trazando puentes, dejando huellas, en su tiempo. Predominio del pensamiento casi en un estado puro textual, sin el condicionamiento del gesto, la imagen real, la voz o la presencia corpórea y perturbante. La red es una experiencia política democrática y de pueblo; es una praxis inspirada por el proyecto democrático popular. Es acción subjetiva y transindividual al mismo tiempo: pensamiento con otros que se comunican en la simultaneidad. La posición de los participantes que toman la palabra es horizontal, no hay jerarquías y el poder es anónimo porque quieren que sea de todos”.
Nora Merlín. Psicóloga, Revista “La Nave”, julio 2010

“Yo soy parte de esa generación que creció despreciando la política, más allá de que a mi siempre me interesó la historia, la política. Sin embargo, en esos años yo también sentía que la política no era una herramienta viable para cambiar las cosas. Estábamos muy entregados. En este punto es de destacar la postura firme que el kirchnerismo tuvo respecto al ALCA, que lo viví como un cambio de paradigma al modelo de las relaciones carnales que se había consolidado con Estados Unidos. Ver ese esbozo de dignidad conjunta entre los países latinoamericanos me devolvió la esperanza (....) Creo que a nivel social estamos mejor, pero me gustaría profundizar esa mejoras. Sé que son procesos (...) El país no puede cambiar de un día para otro, pero ahora quiero más. Creo que la mejora a nivel educativo y cultural es evidente. Es un momento que me hace reflexionar constantemente sobre mi rol como actor y sobre mi papel como ciudadano. Esa es una sensación nueva para muchos de nosotros.”
Rodrigo de la Serna, Actor, Página/12, 27/11/10

“Lo que hoy deriva en militancia de diferentes tipos, primero fue el contacto. La red. El vaso comunicante. El cerco mediático, que ya operaba cuando Néstor habló en esa “plaza del amor”, forzó a buscar modos alternativos de comunicación. La lectura opositora y mediática sobre el kirchnerismo como fenómeno clientelar, de gente “adicta” o “paga”, la subestimación y los ataques que esos sectores siguen recibiendo diariamente del establishment, refuerza lazos, los hace intensos, emocionales, públicos y privados. Esta escena política, con esa oposición obstinada en no aceptar un real debate de modelos y en obstruir el modelo que se eligió en 2007, es totalmente sinérgica: todo hace prever más participación, aunque la oposición y los grandes medios no terminen de comprender exactamente en qué están participando millones de ciudadanos. Se diría que es una oportunidad histórica, amasada con un tipo de amor que se sale de uno, y que su inspiración es una patria grande en todos los sentidos. Y si una línea pudiera resumir sus profundas razones, sería la de Jauretche: “Los pueblos deprimidos no vencen”.
Sandra Russo, “El amor y el espanto”, 27/11/10

“Néstor Kirchner fue un tipo de político reconstructor que supo ver también el lado fracturado de la historia. Podría decirse que fundó su idea reconstructiva manteniendo siempre abierta la idea de fractura, de hendidura. Todo podía fallar, irse al diablo de un día para otro. Tener ese sentimiento de quebradura permanente sobre las cosas le inspiraba la rara perseverancia que le conocimos, la perseverancia del frágil. […] Kirchner sostenía su actividad sobre una grieta esencial en su biografía política. Por un lado, provenía de la política tradicional. Amasada lentamente en una carrera y en las infinitas variaciones de una paciencia negociadora. ¿Pragmático, como suele decirse? Lo era. Por otro lado, destilaba un aire de improvisación y repentismo, todo entremezclado, de lo cual surgían destilados símbolos que operaban en la encrucijada del presente y del futuro colectivo. […] madurando en las entretelas del movimiento colectivo. […] A diferencia de Perón, Kirchner encaró el liderazgo como un ocasionalista, haciendo valer su fragilidad y desprotección. Perón fue amante de lo orgánico, no de las fisuras, aunque su exilio le dio una aureola de superior despojamiento. […] sabiendo que era necesario fundar un nuevo trato entre las instituciones y la vida general. Desviar el país de sus cercamientos ritualizados, recrear el armazón de derechos sociales, públicos, comunitarios y de la vida privada –es decir, una modernidad nacional emancipada”.
Horacio González, “La grieta esencial”, 28/11/10

“Qué lleva a algunos sectores progresistas a enfrentar o a votar en contra del gobierno de Cristina Kirchner? ¿Es ilegítimo o políticamente incorrecto tener independencia legislativa y apoyar aquellas resoluciones con las que se acuerda profundamente y negar o impugnar aquellas otras con las que hay confrontación o disidencia? El centro izquierda popular, no puede ni debe organizar ningún frente en común con la derecha. Tiene que tener independencia de criterios. Al mismo tiempo, una actitud progresista no admite incondicionalidad, ni ser cómplice mudo de procesos de corrupción o mal gobierno. […] Ocupar el espacio de la crítica positiva y pluralista no es sencillo. Desde la derecha se habla de crispación y se reclama mano dura, otras voces desde los sectores populares denuncian a rajatabla la corrupción que aflora en muchísimas expresiones de la política y de los gobiernos. La posibilidad de reflexión profunda y de construcción alternativa parecen utopías, el reclamo de diálogo y de construcción de consensos, en el estilo gramsciano, es visto como postura “floja” frente a la permanente pulseada con la derecha. Es necesario recuperar la capacidad de debate político transversal, y reagrupar a quienes desde muchos frentes sociales y políticos luchamos por las mismas convicciones y propuestas. La pulseada es muy fuerte. No volvamos a equivocarnos”.
María Elena Naddeo, “El rol del progresismo”, Diputada porteña, Diálogo por Buenos Aires, FPP, 2/02/10

Red Mujeres Con Cristina
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2 comentarios:

María teresa dijo...

Buenísimos los textos.
Me cuelgo de la frase que R. de la Serna deja caer después de decir que vivió lo del ALCA y esa dignidad fuerte que existe entre los paises latinoamericanos, etc...etc... que todo eso le devolvió la esperanza y dice:..."ahora quiero más".
Es como si parafraseara a CRISTINA cuando dice :"...Y vamos por más" Y nosotras decimos lo mismo porque la apoyamos.
Hoy leo en Página 12:"Venimos a celebrar la Militancia"..."el desafío es que todos nos constituyamos en Néstor para acompañar a Cristina" y siento, acá muy fuerte el desfío: vamos por más, para llegar a ser, todos los grupos, las organuzaciones, un proyecto de poder,y que únicamente lo podremos hacer organizándonos.
Desde las grietas de esta sociedad astiada y dolida y falta de esperanza, kirchner encaró su liderazgo- nos dijo Juntos- se puede-a RECONSTRUIR...
Es tiempo de hacerlo no debemos tener miedo a la palabra ORGANIZACIÖN. Individualmente, nada podemos, sólo en red, , en conjunto organizado y no permitir que este proceso de reconstrucción se detenga.
Y vamos por más.
Tere

marta ines miroli dijo...

Que gran verdad eso de que " hay que defender la democracia" y defenderla es apoyar al gobierno nacional,que comete errores como cualquier lider o conductor,pero no se solucionan los equívocos agrediendo o atacando como hacen ciertos sectores ,sino proponiendo y haciendo
Existen medios para comprometerse y apoyar la construcción de nuestra argentina


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