aqui estamos!

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"NADIE PUEDE SER FELIZ SIN PARTICIPAR EN LA FELICIDAD PÚBLICA, NADIE PUEDE SER LIBRE SIN LA EXPERIENCIA DE LA LIBERTAD PÚBLICA, Y NADIE, FINALMENTE, PUEDE SER FELIZ O LIBRE SIN IMPLICARSE Y FORMAR PARTE DEL PODER POLÍTICO"

HANNA ARENDT

"LO IMPORTANTE ES QUE PODAMOS DISCUTIR, RAZONAR Y ENTONCES, NO HACER SOLAMENTE EJERCICIO POLITICO DE OPOSICIÓN, SINO ESCENCIALMENTE TRABAJAR POR LOS INTERESES DE NUESTROS REPRESENTADOS"

CRISTINA FERNANDEZ

viernes, 29 de marzo de 2019

Para pensar, debatir, comprender

Fragmentos.

El hecho de que seamos el 50% de la población debería no reducirnos a tener que soportar sobre nosotras conductas de minoría. ¿Cómo se puede ejercer sobre el 50% de la población del mundo conductas de violencia simbólica, verbal y la última que es la física? Pero primero hay una violencia simbólica, después hay una violencia verbal y finalmente sobreviene la violencia física. ¿Cómo se puede hacer esto?  Compañeras de género, y acá permítanme dirigirme a las compañeras de género… Tenemos un problema dentro de nuestra propia agrupación, dentro de nuestro propio partido y tenemos que trabajar fuertemente en eso porque yo estoy absolutamente convencida que esa es una de las batallas que primero tenemos que dar para realmente volver a ser la mitad del mundo. Pero siento sinceramente que en Argentina hubo, digamos, una aceleración de la violencia sobre la mujer porque la primera violencia que yo sentí sobre las mujeres la sentí sobre mí misma a partir del año 2007 cuando asumí la presidencia. Y la tuve durante los 8 años que fui presidenta y la sigo sufriendo todavía aún que soy ex presidenta. No se perdona que una mujer haya hecho lo que hizo.
Cristina Fernández, 13/05/17

Ayer mismo una señora que tiene seis hijos y que trabaja limpiando casas me decía que antes usaba la Asignación Universal por Hijo para comprarles a los chicos la ropa, los útiles del colegio, y ahora la está usando para comer, porque aunque trabaja seis horas diarias no le alcanza para la comida del mes. Yo espero que los votantes puedan relacionar esto que está sucediendo en sus casas, en sus bolsillos, en sus platos de comida, con lo que pasa a nivel de gobierno. Que no piensen que unas veces las cosas mejoran y otras empeoran por puro milagro o pura magia. El único modo que tiene el hombre de ser inteligente, dice Rancière, es poder relacionar unas cosas con otras cosas. Espero que se pueda ver que estas devaluaciones, esta pérdida de trabajo, este deterioro de los ingresos, la falta de medicamentos, de vacunas en nuestros dispensarios, todas las cosas que están pasando alrededor, son porque hay unas políticas de gobierno que nos llevan a esto. Que no sería lo mismo con cualquier gestión. Y a la vez digo esto porque mucha gente que se queja dice: “son todo lo mismo; todo es igual”. Yo pienso que uno tiene que moverse, como decía Gramsci, con el escepticismo de la inteligencia, pero también la esperanza de la voluntad. Depende de nosotros como sociedad hacer mejores elecciones y adquirir mayor conciencia política. Sin la vida política es imposible la vida en sociedad. 
María Teresa Andruetto, escritora 26/03/19

Yo creo que una joven que dio una cachetada a un soldado no tiene que ir a la cárcel. Ella no le debe nada al soldado, no le debe respeto, para ella es el símbolo de la opresión. El soldado no tiene que estar ahí, debería tener el rol de defender las fronteras de Israel. Sin embargo, la ocupación, que tiene ya demasiados 52 años, borró la línea entre la Israel legítima y la Israel ocupadora. Y no solamente la línea geográfica, sino también las líneas morales y éticas (…) si la toma de posición fuera “tenemos que hacer junto con todos, todos los esfuerzos posibles para concienciar hacia dos estados para dos pueblos”, excelente. Si la forma de concienciar es que “la Israel asesina masacra al pueblo palestino” y que en lugar del estado de Israel hay que cambiarlo por un estado árabe bajo la influencia iraní, me parece un poco zafado. En ese sentido, lo que desarma el discurso de la izquierda latinoamericana es que mis credenciales muestran que se puede ser diferente. Como judío, como israelí, como ser humano, como persona de izquierda, yo me declaro pro palestino. Ellos tienen todo el derecho de ejercer su autodeterminación, y ambos tenemos la obligación de que la autodeterminación de los dos sea posible. Por eso hago un pedido a la izquierda latinoamericana de tomar un rol positivo en este conflicto, cambiando el diálogo. Se puede comenzar desde Argentina.
Darío Teitelbaum, secretario general de Unión Mundial de Meretz, judío sionista de izquierda, 1/03/19
 El colectivo de Actrices Argentinas acompaña a una colega a denunciar una violación. Arman estrategias de cuidado y de resguardo (…) Es interesante confrontar esta acción colectiva con la multiplicación de los escraches virtuales como lógica punitiva. Circula, en estos días, una interesante reflexión de Rita Segato discutiendo la práctica del escrache: “si las feministas en términos históricos hemos defendido el derecho al justo proceso, no podemos defender el escrache. Tiene que haber un derecho a la interlocución con el acusado, si no estamos cayendo en los mismos funcionamientos de aquellos que consideramos ser nuestros antagonistas de proyecto histórico. Yo no quiero un cambio de manos del poder, de la capacidad de opresión, de la reducción del otro mediante la burla y el escarnio: estamos luchando por un mundo diferente, no por un mundo igual en otras manos”. Hace unos meses, se discutió acerca de las denuncias contra Omar Pacheco. En ese caso, como en el del actor Juan Darthes, la denuncia implica enfrentar a una persona con poder y resonancia pública. La trama colectiva funciona como condición de posibilidad para hacerlo, porque la violación o el abuso también fueron posibles en una trama social que los vuelve tolerables. Estas denuncias van más allá de la acción en redes o de la denuncia entre pares. Se configuran como acciones políticas, que religan y constituyen un nuevo repertorio de luchas. 
María Pía López, “Un sano ejemplar”, socióloga 13/12/18

La potencia del feminismo como movimiento político está en su capacidad de tender esos puentes. De construir alianzas con sectores que no eran posibles desde la política tradicional. De hacer articulaciones amplias, como diría el querido Ernesto Laclau, que permitan construir nuevos sentidos y conectar espacios que antes no conectaban. Cuando decimos que el feminismo vino a revolucionarlo todo, es exactamente esto lo que estamos diciendo. Vino a revolucionar los límites establecidos. Vino a tirar abajo los puentes rotos para crear nuevos. Más anchos, más transitados. El feminismo empezó a construir estos puentes hace décadas. Desde los márgenes y batalla a batalla, logró un lugar central en la agenda política que le permitió empezar a cambiar las cosas. Pero tender puentes no es fácil. Y sobre todo, no es cómodo. Porque nos obliga a cuestionar nuestras propias estructuras, nuestro propio aprendizaje que ya vino atravesado por el patriarcado. Nuestra propia manera de construir poder (…) Por eso no podemos darnos el lujo de cerrarnos, de caer en viejos dogmas, de pensar que no podemos construir nada en común con alguien que, por ejemplo, no está a favor del aborto (…) No tenemos mucho tiempo. Esos puentes tienen que estar bien firmes para la batalla electoral que daremos en pocos meses. 
Andrea Conde, “Puentes”, legisladora porteña, 9/03/19

Necesito empezar esta reflexión con una pregunta “deliberadamente” ingenua: ¿hasta qué punto la vida individual de una persona puede ser indiscernible de su vida política? ¿Es posible? Las estrategias ultraconservadoras que pretenden crear la falsa noción de “individuo sin Estado” o de libertad fuera del espacio político y social consiguieron convencer a muchísimas personas de la “veracidad” de ese propósito. A muchísimas, pero no a todas, afortunadamente. Siempre en esta línea, es bastante corriente escuchar que muchos argentinos se declaren a sí mismos “apolíticos”, exactamente como si se tratara de un mérito pleno de contenido moral. La derecha –y Macri es la derecha automática– detesta los compromisos políticos, partidistas o ideológicos que sean capaces de edificar el menor ejercicio del criterio contra sus específicos intereses. En suma, la política está mal vista. La crítica está mal vista. La libertad está mal vista. Pero lo sorprendente, lo paradójico o absurdo es que todos estos límites, todas estas restricciones se den en el espacio democrático. O por lo menos en un espacio que formalmente coincide con el sistema democrático.
Rodolfo Rabanal, “El pensamiento roto”, periodista, 28/02/19

Estamos dispuestos a encarar junto a la sociedad todas las reformas necesarias y para ello también utilizaremos los instrumentos que la Constitución y las leyes contemplan para construir y expresar la voluntad popular. Vamos a apoyarnos en la Constitución para construir una nueva legitimidad de las leyes, que vaya más allá de la prepotencia del más fuerte. Un Estado no puede tener legitimidad si su pueblo no ratifica el fundamento primario de sus gobernantes. De la misma manera que luchamos contra la pobreza económica tendremos una conducta sin dobleces para impedir la pobreza cívica. Sólo cuando el gobierno se desentiende del pueblo es que toda la sociedad empobrece, no sólo económicamente sino moral y culturalmente Somos conscientes de que ninguna de esas reformas será productiva y duradera si no creamos las condiciones para generar un incremento de la calidad institucional. La calidad institucional supone el pleno apego a las normas, en una Argentina que por momentos aparece ante el mundo como un lugar donde la violación de las leyes no tiene castigo legal ni social. A la Constitución hay que leerla completa. La seguridad jurídica debe ser para todos, no sólo para los que tienen poder o dinero.
Néstor Kirchner, 25/05/2003

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