Síntesis de las discusiones políticas - Reunión del jueves 13 de marzo
El odio mediático hacia Moreno parecería responder al discurso hegemónico de los formadores de opinión que representan los intereses de los grupos productivos y financieros embanderados en las concepciones políticas y económicas neolibarales.
La escasa argumentación oficial en los medios masivos de comunicación sobre las decisiones políticas tomadas por el gobierno, como así también la asuencia de debates públicos, contribuyen a acrecentar en el imaginario colectivo la idea de que Moreno es el "enemigo públcio de los consumidores". Sin embargo, Moreno, como funcionario del Estado, tiene el rol de defender los intereses de todos los ciudadanos y no de los grupos formadores de precios con mayor poder de presión que solo piensan en su máxima rentabilidad en perjuicio del bien común.
El ejemplo de Moreno ilustra la situación actual de un Estado que ocupa un lugar activo en la economía, poniéndola al servicio de la política y no al revés. Los ataques al funcionario en cuestión parecerían responder entonces más a la disputa de poder entre el estado y las corporaciones que al desempeño de este funcionario público, claramente desprestigiado.
Esta etapa de transición, que implica la necesaria profundización del cambio iniciado en el año 2003, trae aparejada costos y consecuencias que resulta necesario asumir, no solo por el gobierno sino por una sociedad responsable y comprometida con el destino del país.
El odio mediático hacia Moreno parecería responder al discurso hegemónico de los formadores de opinión que representan los intereses de los grupos productivos y financieros embanderados en las concepciones políticas y económicas neolibarales.
La escasa argumentación oficial en los medios masivos de comunicación sobre las decisiones políticas tomadas por el gobierno, como así también la asuencia de debates públicos, contribuyen a acrecentar en el imaginario colectivo la idea de que Moreno es el "enemigo públcio de los consumidores". Sin embargo, Moreno, como funcionario del Estado, tiene el rol de defender los intereses de todos los ciudadanos y no de los grupos formadores de precios con mayor poder de presión que solo piensan en su máxima rentabilidad en perjuicio del bien común.
El ejemplo de Moreno ilustra la situación actual de un Estado que ocupa un lugar activo en la economía, poniéndola al servicio de la política y no al revés. Los ataques al funcionario en cuestión parecerían responder entonces más a la disputa de poder entre el estado y las corporaciones que al desempeño de este funcionario público, claramente desprestigiado.
Esta etapa de transición, que implica la necesaria profundización del cambio iniciado en el año 2003, trae aparejada costos y consecuencias que resulta necesario asumir, no solo por el gobierno sino por una sociedad responsable y comprometida con el destino del país.
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