Fragmentos.
“Búsquenme un edificio, lo ponemos en condiciones”, les dije. Y ellos encontraron este viejo edificio, que tiene una historia muy fuerte para todos los argentinos porque no es solamente un edificio en el cual hemos reacondicionado 7 mil metros cuadrados para 800 personas, con modernísimas instalaciones, con vistas impresionantes como ustedes podrán ver en este auditorio. También todos los muebles del edificio han sido construidos por personas que están cumpliendo condenas en el Servicio Penitenciario Argentino. Quiero enviarles a todos ellos, a cada uno de los que están cumpliendo una condena, bueno, que una parte de redimirla también frente a la sociedad, no solamente es haber tenido una privación de la libertad, sino en esa privación de la libertad – por orden judicial obviamente, de manera legítima – podamos hacer obras de bien como es el hecho de que todo el mobiliario de este edificio, vuelvo a repetir, de 7 mil metros cuadrados, modernísimo, haya sido construido por la población de nuestras cárceles.Para mí significa también cumplir con un mandato constitucional, que es que las cárceles sirvan para la recuperación y no para condena o sufrimiento.
Cristina Fernández, Inauguración de la sede del Ministerio de Justicia en Costanera Sur, 20 /05/14
Cuando hice el póster de Mafalda con el palito de abollar ideologías, dos meses después de que nos fuimos del país, en el ´76, mataron a los curas palotinos. Ellos tenían en la habitación este póster. Los asesinos lo arrancaron y lo tiraron sobre los cadáveres. La verdad es que me sentí tan mal… Este país es como la canción de María Elena Walsh “porque me duele si me quedo pero me muero si me voy” (…) [Una vez que visité a Héctor Oesterheld, creador de El Eternauta] no sé cómo fue que dijo que si a Picasso el pueblo no lo entendía, Picasso no servía para nada. Oski y yo nos pusimos muy mal. ¡Cómo decís eso, que no sirve para nada! ¿Vos crees que la gente no entiende lo que hace Picasso? El decía que había gente que sí, pero si la mayoría del pueblo no lo entendía, Picasso no servía. Nos pareció una barbaridad muy grande. Pero lo que le pasó a la familia Oesterheld es tan terrible, que uno no puede menos que sentirse culpable de haber tenido una discusión tan banal frente a lo que ocurrió después.
Quino, autor de Mafalda, al recibir el Premio Príncipe de Asturias en Comunicación y Humanidades, 22/05/2014.
El miedo, sobre todo. Sentí miedo por primera vez. Antes de llegar a la Argentina pensaba que iba a experimentar temor, pero nunca tanto. Y también me marcó para siempre el contacto con los familiares de las víctimas. Me sentí muy cerca de sus esperanzas. Me sentí muy cerca de sus angustias. Llevé encima sus esperanzas y sus angustias durante muchos años, y en buena medida por eso me comprometí con la idea de contribuir a crear una comunidad de derechos humanos en el mundo. A Emilio Mignone. A Augusto Conte. A María Adela Antokoletz. Sucede que muchos de los desaparecidos eran de mi generación. Y sus padres, con los que yo hice contacto y en muchos casos lo mantuve, ya murieron. A muchas de las víctimas de entonces que sobrevivieron las seguí viendo. Juan Méndez, al salir de la prisión, terminó desarrollando una importante carrera en el campo de los derechos humanos.
Patricia Feeney, sobre una inspección de Amnistía Internacional durante la dictadura en la Argentina, 23/03/14
“Es la forma que yo elegí para procesar mi historia”, resolvió sencilla Maroni ante el cómo es ser familiar de desaparecido en el mismísimo hoyo desaparecedor. De a pasitos, fue problematizando: “Debió haber sido la manera que menos me dolía entender que no es algo que me pasó a mí sino que fue parte de un proyecto. Colectivizar la lucha y mientras eso sucede, aportar y dejar una huella en la sociedad”. La clave que la relaja y la empuja, acaso compartida por tantos otros, tiene que ver con el poder ser constructivo en el epicentro del plan destructivo que comenzó hace 38 años. “Tengo mucho orgullo de esto. Pienso en mis hijos y en la historia que les puedo contar a ellos sobre su familia y el país, y le encuentro una vuelta que está buena. Porque si no hubiera existido la lucha, hubiese sido «y entonces el abuelo desapareció». Fin, ahí se cortaba un relato. Hoy es diferente. Tengo la oportunidad de decirles «y entonces tu abuelo y sus compañeros desaparecieron, pero detrás de esto vinieron las Madres, las Abuelas y nosotros e hicimos todo esto, logramos todo esto otro»”.
Ailín Bullentini, “Ganarle a la muerte no es sencillo”, entrevista a Paula Maroni, de HIJOS, 23/03/14
El fiscal que en marzo omitió una denuncia por agresiones de María Karina Flamenco contra Cristian Leonardo “Memo” Ledesma Méndez, sospechado de arrojar el envase en combustión que provocó la tragedia en la que fallecieron la mujer junto con su pareja y sus seis hijos el jueves 8 en una casa precaria de Merlo, se defiende argumentando que es muy fácil hablar con el diario del lunes (…) Las organizaciones de mujeres y los colectivos feministas vienen replicando hace décadas que el alejamiento del agresor con estrategias perimetrales por sí solo no soluciona los problemas de la violencia familiar. El huevo de la serpiente sigue ahí. Si en las fiscalías y juzgados no se democratizan las metodologías de evaluación de riesgo, el tener en cuenta nada menos que los indicadores del riesgo en el que se encuentran las mujeres en situación de violencia doméstica, poco podrán hacer para establecer las medidas de protección necesarias (…) El error del fiscal Jons fue la estrechez de perspectiva. No entendió la situación como parte de un contexto más amplio de lo que venía sucediendo, de los pedidos desesperados de María Karina Flamenco, y antes sí evaluó la escena como una acción aislada. Se salteó instancias y procedimientos. No se cargó a ocho muertos, pero sí se hizo acreedor de una responsabilidad con la que por lo menos teclea.
Roxana Sandá, “Justicia sorda”, periodista, 16/05/14
¿Cómo construir nuevos procesos de comunicación que avancen en la recuperación, para las personas y la sociedad en su conjunto, del sentido de lo político? ¿Cómo fortalecer en la ciudadanía el interés por la política? ¿Cómo aprender a enlazar nuestros proyectos personales con proyectos colectivos, para sentirnos parte de ese proyecto? Para que la ciudadanía pueda tener cada vez más protagonismo, para pensar en conjunto y permitir circular ideas. Cumplimos recién 30 años caminando esta democracia, es joven todavía y es nuestro compromiso militante día a día afirmarla y descubrirla cada vez más, para no perder lo logrado y seguir luchando por una democracia más inclusiva e igualitaria.
Red Mujeres con Cristina, nodo central, “En democracia se gana y se pierde”, 30/10/13
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“Búsquenme un edificio, lo ponemos en condiciones”, les dije. Y ellos encontraron este viejo edificio, que tiene una historia muy fuerte para todos los argentinos porque no es solamente un edificio en el cual hemos reacondicionado 7 mil metros cuadrados para 800 personas, con modernísimas instalaciones, con vistas impresionantes como ustedes podrán ver en este auditorio. También todos los muebles del edificio han sido construidos por personas que están cumpliendo condenas en el Servicio Penitenciario Argentino. Quiero enviarles a todos ellos, a cada uno de los que están cumpliendo una condena, bueno, que una parte de redimirla también frente a la sociedad, no solamente es haber tenido una privación de la libertad, sino en esa privación de la libertad – por orden judicial obviamente, de manera legítima – podamos hacer obras de bien como es el hecho de que todo el mobiliario de este edificio, vuelvo a repetir, de 7 mil metros cuadrados, modernísimo, haya sido construido por la población de nuestras cárceles.Para mí significa también cumplir con un mandato constitucional, que es que las cárceles sirvan para la recuperación y no para condena o sufrimiento.
Cristina Fernández, Inauguración de la sede del Ministerio de Justicia en Costanera Sur, 20 /05/14
Cuando hice el póster de Mafalda con el palito de abollar ideologías, dos meses después de que nos fuimos del país, en el ´76, mataron a los curas palotinos. Ellos tenían en la habitación este póster. Los asesinos lo arrancaron y lo tiraron sobre los cadáveres. La verdad es que me sentí tan mal… Este país es como la canción de María Elena Walsh “porque me duele si me quedo pero me muero si me voy” (…) [Una vez que visité a Héctor Oesterheld, creador de El Eternauta] no sé cómo fue que dijo que si a Picasso el pueblo no lo entendía, Picasso no servía para nada. Oski y yo nos pusimos muy mal. ¡Cómo decís eso, que no sirve para nada! ¿Vos crees que la gente no entiende lo que hace Picasso? El decía que había gente que sí, pero si la mayoría del pueblo no lo entendía, Picasso no servía. Nos pareció una barbaridad muy grande. Pero lo que le pasó a la familia Oesterheld es tan terrible, que uno no puede menos que sentirse culpable de haber tenido una discusión tan banal frente a lo que ocurrió después.
Quino, autor de Mafalda, al recibir el Premio Príncipe de Asturias en Comunicación y Humanidades, 22/05/2014.
El miedo, sobre todo. Sentí miedo por primera vez. Antes de llegar a la Argentina pensaba que iba a experimentar temor, pero nunca tanto. Y también me marcó para siempre el contacto con los familiares de las víctimas. Me sentí muy cerca de sus esperanzas. Me sentí muy cerca de sus angustias. Llevé encima sus esperanzas y sus angustias durante muchos años, y en buena medida por eso me comprometí con la idea de contribuir a crear una comunidad de derechos humanos en el mundo. A Emilio Mignone. A Augusto Conte. A María Adela Antokoletz. Sucede que muchos de los desaparecidos eran de mi generación. Y sus padres, con los que yo hice contacto y en muchos casos lo mantuve, ya murieron. A muchas de las víctimas de entonces que sobrevivieron las seguí viendo. Juan Méndez, al salir de la prisión, terminó desarrollando una importante carrera en el campo de los derechos humanos.
Patricia Feeney, sobre una inspección de Amnistía Internacional durante la dictadura en la Argentina, 23/03/14
“Es la forma que yo elegí para procesar mi historia”, resolvió sencilla Maroni ante el cómo es ser familiar de desaparecido en el mismísimo hoyo desaparecedor. De a pasitos, fue problematizando: “Debió haber sido la manera que menos me dolía entender que no es algo que me pasó a mí sino que fue parte de un proyecto. Colectivizar la lucha y mientras eso sucede, aportar y dejar una huella en la sociedad”. La clave que la relaja y la empuja, acaso compartida por tantos otros, tiene que ver con el poder ser constructivo en el epicentro del plan destructivo que comenzó hace 38 años. “Tengo mucho orgullo de esto. Pienso en mis hijos y en la historia que les puedo contar a ellos sobre su familia y el país, y le encuentro una vuelta que está buena. Porque si no hubiera existido la lucha, hubiese sido «y entonces el abuelo desapareció». Fin, ahí se cortaba un relato. Hoy es diferente. Tengo la oportunidad de decirles «y entonces tu abuelo y sus compañeros desaparecieron, pero detrás de esto vinieron las Madres, las Abuelas y nosotros e hicimos todo esto, logramos todo esto otro»”.
Ailín Bullentini, “Ganarle a la muerte no es sencillo”, entrevista a Paula Maroni, de HIJOS, 23/03/14
El fiscal que en marzo omitió una denuncia por agresiones de María Karina Flamenco contra Cristian Leonardo “Memo” Ledesma Méndez, sospechado de arrojar el envase en combustión que provocó la tragedia en la que fallecieron la mujer junto con su pareja y sus seis hijos el jueves 8 en una casa precaria de Merlo, se defiende argumentando que es muy fácil hablar con el diario del lunes (…) Las organizaciones de mujeres y los colectivos feministas vienen replicando hace décadas que el alejamiento del agresor con estrategias perimetrales por sí solo no soluciona los problemas de la violencia familiar. El huevo de la serpiente sigue ahí. Si en las fiscalías y juzgados no se democratizan las metodologías de evaluación de riesgo, el tener en cuenta nada menos que los indicadores del riesgo en el que se encuentran las mujeres en situación de violencia doméstica, poco podrán hacer para establecer las medidas de protección necesarias (…) El error del fiscal Jons fue la estrechez de perspectiva. No entendió la situación como parte de un contexto más amplio de lo que venía sucediendo, de los pedidos desesperados de María Karina Flamenco, y antes sí evaluó la escena como una acción aislada. Se salteó instancias y procedimientos. No se cargó a ocho muertos, pero sí se hizo acreedor de una responsabilidad con la que por lo menos teclea.
Roxana Sandá, “Justicia sorda”, periodista, 16/05/14
¿Cómo construir nuevos procesos de comunicación que avancen en la recuperación, para las personas y la sociedad en su conjunto, del sentido de lo político? ¿Cómo fortalecer en la ciudadanía el interés por la política? ¿Cómo aprender a enlazar nuestros proyectos personales con proyectos colectivos, para sentirnos parte de ese proyecto? Para que la ciudadanía pueda tener cada vez más protagonismo, para pensar en conjunto y permitir circular ideas. Cumplimos recién 30 años caminando esta democracia, es joven todavía y es nuestro compromiso militante día a día afirmarla y descubrirla cada vez más, para no perder lo logrado y seguir luchando por una democracia más inclusiva e igualitaria.
Red Mujeres con Cristina, nodo central, “En democracia se gana y se pierde”, 30/10/13
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